Reeditan después de 26 años La primera calle de la soledad

La novela inauguró el ciberpunk en Hispanoamérica; regresa de la mano con Planeta.

Reeditan después de 26 años La primera calle de la soledad
Agencias | Gerardo Horacio Porcayo, escritor ciberpunk. Reeditan después de 26 años La primera calle de la soledad

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La primera calle de la soledad (Planeta), del escritor Gerardo Horacio Porcayo, es considerada como la primera novela ciberpunk en México.

En ella se captura a la realidad mexicana en un contexto postapocalíptico y distópico.

Gerardo Horacio Porcayo, en entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla nos cuenta sobre la reedición de su novela La primera calle de la soledad en la Editorial Planeta.

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Gerardo, ya han pasado 27 años de tu novela, La primera calle de la soledad, ¿por qué volver a editarla?

—26 todavía, en noviembre se cumplen los 27 años. Teníamos la intención que saliera a los 25 años como una celebración, pero se atoraron un poco las cosas. Estoy muy contento porque salió una edición muy bonita, muy cuidada.

A mí me gustó mucho la portada en fin, me gustó mucho, es la tercera edición y la más cuidada. Además me permitieron que fuera sin revisiones; hoy en día hay muchos autores que hacen su versión 2.0, su actualización y yo sentía que el objetivo era presentarla tal como fue publicada desde el principio.

 

¿Cómo fue ese acercamiento a Planeta?

—Publiqué antes Plasma exprés, fue mi primera novela con Planeta en 2017 de ciberpunk. Y bueno, uno siempre anda buscando editoriales, uno siempre tiene la romántica idea de que va a encontrar a su editor que ya no lo va a soltar y que le va a publicar todo lo que escribe uno. Pero no ha ocurrido en México, o no me ocurrido a mí. Afortunadamente di con Planeta y finalmente aceptaron reeditar La primera calle de la soledad.

 

Es toda una generación a la que impactó tu novela, ¿cuál sería la gran diferencia ahora?

—En la edición, en el contenido sigue igual. Se agregó una nota, desapareció la nota de la segunda edición y se agregó la nota de la tercera edición y la original; sería la única diferencia en cuanto al texto.

En cuanto al mundo que la recibe; sí hay diferencia, cuando salió publicada en noviembre del 93.

Era un mundo donde muy poca gente tenía computadora, no era un enser común y corriente, no teníamos esto de la digitalización y bueno, el mundo y la realidad virtual cambio demasiado en ficticio. Había intentos, de laboratorios experimentales, pero ése es uno de los juegos de los autores de ciencia ficción: adelantarse e imaginar cómo será después.

El mundo que recibe ahora la novela es un mundo más adecuado que va a leer más fácilmente sin problemas, sin tropiezos, la novela planeada así como lo hice, para leerse de un sentón o para leerse rápidamente.

 

Dentro de la novela hay temas que son muy vigentes como el tráfico de información, de drogas, peleas entre grupos, ¿eso es algo que veías venir?

—Tienes que construir un mundo. Yo veía en la novela estas tendencias hacia la violencia y hacia la tecnología usada como droga, y pensaba cómo representarlas.

Empiezas a construir todas estas visiones, estos lenguajes paralelos, estas formas de hablar distintas: todo va teniendo su propia aldea, sus propias tribus.

En algún momento decía McLuhan que iba a ser la aldea global e iba a ser posible con internet, pero luego descubrimos que la aldea lo que aloja son un montón de tribus que no se tragan entre sí.

 

¿Te sientes con alguna responsabilidad con la literatura del ciberpunk?

—Eso siempre es extraño, la misma pregunta es extraña. Quise en algún momento que floreciera el ciberpunk como la ciencia ficción, pero ésas son búsquedas que tienes cuando tienes mucha energía y que quieres que todo mundo conozca tu obra y la obra de tus compañeros y te vuelves difusor.

En algún momento Jesús Ramírez Bermúdez, el hijo de José Agustín, decía: es que tú eres el proselitista número uno de la ciencia ficción; porque me dedicaba a eso, a tratar de que todo mundo se enterara y se viera la ciencia ficción. Cuando eres lector aprendes esa manera y es una fórmula especial que encuentras y que vives el mundo para hipertrofiarlo y hacer evidentes sus fallos.

En ese sentido como responsabilidad sí, uno siempre está tratando de dejar algo; te responsabilizas de tus palabras ha habido autores con menos obras que han logrado traspasar fronteras, ser traducidos y que de pronto ellos no han hecho mucha publicidad de lo que hacemos los demás.

 

¿Cómo ha sido el camino de tu novela?

—La primera calle de la soledad se ha defendido, pese a todo lo que haya sucedido a su alrededor.

El que se haya cerrado la editorial de la segunda edición, que se haya acabado la primera, sin que hubiera reseñas o tratados que es lo que espera, parecía que no había tenido ningún eco, pero hasta hace un par de años que descubrí que en Estados Unidos hay estudios de ciencia ficción y de La primera calle de la soledad hay al menos tres estudios interesantes. Y bueno, he visto algunos que se están haciendo en México.

La entrevista fue realizada en el aniversario luctuoso de Philip K. Dick, a lo que el escritor mencionó.

“La novela está dedicada Philip K. Dick, a él entre otros, y hoy se cumplen 38 años de su muerte.

Una cosa de las que me encantó en esta edición es que la portada es como muy de las novelas de Philip K. Dick; fue una de las celebraciones extrañas que a mí me da mucho gusto.

La primera calle de la soledad, es una novela que sigue teniendo vigencia y que es más legible hoy en día y que sigue teniendo un punch narrativo entre los jóvenes, ya que tiene una profundidad especial, filosóficamente hablando.”