Contar nuestras miserias es bastante sano: Emmanuel Carrère
Escribir, señaló, es el centro de su vida. “Como no escribo verdaderamente sobre la ficción, la realidad de mi vida está muy estrechamente ligada a lo que puedo contar.
El escritor francés Emmanuel Carrère, premio Princesa de Asturias de las Letras gracias a una carrera en la que ha navegado siempre entre la ficción y la autoficción, señaló ayer miércoles que no le molesta utilizar su vida como material literario porque contar las miserias “es bastante sano”. “Tengo la impresión de que lo que puedo contar de mí es un poco nuestra miseria ordinaria común, aunque se manifiesta de forma diferente en cada uno. Creo que siempre es muy sano contarla”, dijo en una conferencia de prensa virtual organizada por la editorial Anagrama. Carrère (París, 1957) se hizo un nombre en la cultura popular con El adversario (2000), con la que noveló la vida y el pensamiento del asesino Jean-Claude Romand, y entre sus obras de no ficción figuran también Una novela rusa, De vidas ajenas, Limónov, El Reino y su último libro, Yoga. TAMBIÉN LEE: Emmanuel Carrère, el autor de la no ficción, Premio Princesa de las Letras De este último debió eliminar algunos extractos después de que su exmujer no le diera su consentimiento para salir mencionada: “Fue una situación muy excepcional y no hay razón para que se repita”, explicó el literato, según el cual en el futuro tendrá más prudencia no a la hora de hablar de alguien, sino de asumir ese tipo de acuerdos previos. Escribir, señaló, es el centro de su vida.“Como no escribo verdaderamente sobre la ficción, la realidad de mi vida está muy estrechamente ligada a lo que puedo contar, pero creo que un buen escritor, aunque escriba ficción o una epopeya, está igual de comprometido con su trabajo”.
INTIMIDAD AL DESCUBIERTOEsa frontera difuminada entre lo que vive y lo que relata implica un cierto sacrificio de su intimidad, según confesó, pero no le importa: “No es tan grave”, señaló un autor que ha hablado de su depresión o de sus sentimientos religiosos. Carrère dijo tener la sensación de ser “un retratista” y aunque le cuesta encontrar un hilo conductor en su trayectoria, busca con su trabajo "ser un poco más libre, más inteligente, entender mejor lo que me rodea y a mí mismo". “Escribir libros es una especie de vehículo para conseguir eso”, recalcó un escritor que agradeció a la organización del Princesa de Asturias no haberle mantenido mucho tiempo en la incertidumbre: este martes le escribieron para preguntarle si aceptaba recibirlo en caso de ser galardonado, y una llamada se lo confirmó hoy poco antes de hacerse oficial. Reconoció no haber estado nunca en Asturias, pero sí tener una conexión profunda con ciertos autores españoles: lee todos los libros de Enrique Vila-Matas “como si fuera a ver a un amigo, escriba lo que escriba”; Javier Cercas le gusta “mucho”, o La ridícula idea de no volver a verte, de Rosa Montero, le "conmocionó". Carrère acabó Yoga durante el primer confinamiento en Francia, que tuvo lugar entre marzo y mayo de 2020, y está inmerso en un nuevo proyecto, del que asegura que no será autobiográfico, aunque es posible que él también acabe estando presente, igual que esa gente “que sale por la puerta y reaparece por la ventana”. No poder salir de casa esos primeros meses fue el escenario perfecto para acabar ese último libro, pero reconoce que “hace año y medio que vivimos en una distopía alucinante que nadie podría haber imaginado, salvo en todo caso como un episodio de ‘Black Mirror’”. Carrère agradeció a Anagrama, “una editorial fiel”, el premio recibido, y apuntó en esa charla de cerca de una hora que, aunque por la mañana estaba bien, el anuncio del galardón hizo que por la tarde estuviera “todavía mejor”. |