El escándalo de las conversaciones opacas de Michael Flynn con un diplomático ruso derivó en una grave crisis política para Donald Trump.

Cuando el presidente republicano trataba de apagar el incendio con el cese de Flynn, su consejero de Seguridad Nacional, The New York Times reveló que otros miembros del equipo electoral de Trump mantuvieron contacto con el Kremlin y agentes de inteligencia rusa en campaña.

En medio de ese incendio, el empresario neoyorquino dirigió sus tanques hacia la prensa y las fuentes que les informan, a las que acusa de mentir. La desconfianza entre el presidente de EU y sus servicios de inteligencia se agrava.

Las primeras semanas de la nueva Casa Blanca adquieren tintes de novela de espías en la que nadie tiene claro dónde buscar al topo. "Flynn es un hombre maravilloso al que los medios, falsos en muchas ocasiones, tratan de forma muy injusta", dijo Trump.

"Están tratando de encubrir la enorme derrota electoral de Clinton", añadió.

Las filtraciones procedentes de funcionarios han agravado los recelos del nuevo Presidente de EU con los propios servicios de Inteligencia, cuya relación ya comenzó de forma turbulenta, cuando Trump los acusó de estar politizados y restó credibilidad a sus investigaciones sobre el espionaje ruso en las elecciones.

Según cuatro fuentes de la Administración citadas por el Times, las fuerzas de seguridad y de inteligencia estadounidenses interceptaron las comunicaciones de varios asesores de Trump en el marco de la investigación sobre el ciberespionaje en las elecciones, tras lo cual concluyeron que el Kremlin maniobró para denigrar a Hillary Clinton, y favorecer la victoria de Trump.

A raíz de ese caso, a finales de diciembre, la Administración de Obama impuso duras sanciones a Moscú. Por esas fechas, Flynn discutió del asunto con el embajador ruso, Sergei Kislyak.

Trump ha tratado de poner el foco en el hecho en sí de las filtraciones de información, frente a su incendiario contenido.

"La comunidad de Inteligencia está dando información ilegalmente a los fracasados The New York Times y The Washington Post", se quejó en Twitter, y se preguntó si la Agencia de Seguridad Nacional y el FBI están detrás de las filtraciones.

Uno de los asesores de Trump señalados es el exjefe de campaña, Paul Manafort (que dimitió por sus vínculos con Rusia), quien ha negado esas conversaciones.

No obstante, dos días después de las elecciones, el viceministro de Exteriores ruso, Sergei A. Ryabkov, dijo a Interfax que sí hubo contactos con el entorno del empresario neoyorquino, ahora Presidente.

El propio Trump abonó las sospechas de desde la campaña presidencial: elogió a Putin en varias ocasiones, bromeó animándolo a espiar a Clinton y dejó estupefacto a un periodista de Fox, quien le preguntó por qué respetaba a Putin, si es "un asesino".

"Hay muchos asesinos, muchos asesinos… ¿te crees que nuestro País es tan inocente?", explicó el Presidente.

Ahora, importantes senadores, demócratas y republicanos, se comprometieron a profundizar sus investigaciones sobre la injerencia rusa en las elecciones.

La cuestión es si se abordarán directamente estas nuevas conversaciones. "Si hubo contactos inapropiados, sería el momento de que el Congreso forme una comisión para llegar a todo lo que tenga que ver con Trump y Rusia", dijo el senador republicano Lindsey Graham a Fox.

El senador John McCain se quejó de incompetencia. "Esto es disfuncional en cuanto afecta a la seguridad nacional ¿Quién está al mando?", criticó.

El senador John McCain se quejó de incompetencia. "Esto es disfuncional en cuanto afecta a la seguridad nacional ¿Quién está al mando?", criticó.

Pero en general, los republicanos siguen fieles a su Presidente. El líder conservador en Washington, Paul Ryan, se limitó a señalar a Rusia como elemento poco fiable. Es una forma de reenfocar el relato de esta crisis hacia la peligrosidad de Moscú, en lugar de hacia la sospecha de complicidad de la nueva Casa Blanca con el Kremlin, una idea que enerva a los herederos de Reagan.

Exige libertad para opositor venezolano

A través de su Twitter, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió iuntervenir en la política venezolana, al posicionarse en favor de la liberación de Leopoldo López, líder opositor del gobierno venezolano.

El presidente Trump publicó en su cuenta de Twitter una fotografía en la que aparece con la esposa de López, Lilian Tintori, así como con el vicepresidente Pence y el senador Marco Rubio.

Venezuela should allow Leopoldo Lopez, a political prisoner & husband of @liliantintori (just met w/ @marcorubio) out of prison immediately. pic.twitter.com/bt8Xhdo7al

- Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 15 de febrero de 2017

En el tuit, Trump señala: "Venezuela debería permitir a Leopoldo López, prisionero político y marido de @liliantintori (que se reunió con @marcorubio) salir de prisión inmediatamente".