Marca polarización elecciones en Francia

Bajo un contexto de opiniones divididas, los franceses elegirán mañana entre 4 candidatos de propuestas radicalmente distintas

En plena temporada de cierre de campañas electorales, bajo un contexto social polarizado y luego de que un atentado terrorista en la avenida de los Campos Elíseos, en el corazón de París, acontecido la noche del jueves 20 de abril, y que cobrara la vida de uno e hiriera a dos oficiales de policía, la competencia entre los candidatos a la presidencia de Francia se ha agudizado.

Pese a que Francia ha representado la unidad cultural de Europa occidental, su paradigma cultural ha sufrido un desgaste continuo, luego de que en los últimos años el terrorismo yijadista ha golpeado con sucesivos ataques.

En esta espiral de radicalización, el atentado de los Campos Elíseos, cuya autoría ya fue confirmada por el Estado Islámico, podría detonar una polarización inédita en el resultado de las elecciones.

La baraja electoral no podría ser más disímbola dado el perfil de los candidatos punteros, uno más distinto que el otro.

Póquer de ases

Por un lado, llama la atención el discurso visceral y vociferante de la candidata Marine Le Pen del partido ultra conservador, el Frente Nacional, cuya bandera política se centra en el rompimiento de Francia con la Unión Europea, el cierre de fronteras y un discurso antiinmigrante.

El candidato del partido de la derecha moderada o gaulista, ahora denominado les republicains, (los republicanos) François Fillon, quien fungió como primer ministro durante el quinquenato de Nicolas Sarkozy, llega desgastado a las urnas luego de que fuera señalado a lo largo de su campaña por nepotismo y corrupción.

La candidatura de Emmanuel Macron ha sido peculiar, siendo el más joven de los candidatos, con apenas 39 años, pero con una carrera ascendente en el Partido Socialista y en el sector privado, tras haber estado al frente del Ministerio de economía y finanzas durante el mandato del presidente François Hollande.

Desde el arranque de las pre-campañas, Macron se desmarcó del PS y fundó un movimiento independiente que denominó En Marche. Su plan de política exterior se resume en favor de la pertenencia a la Unión Europea, con un discurso moderado ha recibido el respaldo del expresidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Mientras, el candidato oficial del Partido Socialista, Benoît Hamon, no ha trascendido, opacado por la sombra de Emmanuel Macron, más cercano al presidente Hollande; sin embargo, mantiene el apoyo de un segmento importante del PS, posicionado en temas ambientalistas y a favor de la despenalización del uso del cannabis.

Por su parte, Jean Luc Melenchon, el candidato de la izquierda bajo la bandera de La France Insoumise (Francia Insumisa), representa a un segmento de votantes de izquierda a la francesa, de algún modo nostálgica por los ideales de las revoluciones latinoamericanas y del 68. Aboga por la salida de Francia de la Unión Europea, por la causa ambientalista en defensa de la Tierra y ha defendido al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

Lo que está en juego

La primera vuelta de la elección decantará una situación social en Francia apremiante; se habla de la necesidad de un cambio real en el paradigma político, que se ha enrarecido con los acontecimientos terroristas de los últimos años, el cambio generacional y la transformación de la sociedad por la influencia de la inmigración.

La segunda vuelta tendrá lugar el domingo 7 de mayo y, si las especulaciones de la opinión pública internacional se confirman, los candidatos ubicados en los extremos del espectro político llegarán a la cita definitiva.

Para México y América Latina, esta elección resulta de particular interés, ya que de su resultado dependerá el posicionamiento en política exterior de Francia como interlocutor.

Lo que está en juego además es el tipo de relación que tendrá Francia con Estados Unidos, un prisma que define también la relación de París hacia Moscú y su equidistancia con la cuestión siria.

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