Periodismo con causa

Equidad de género, sueño inalcanzable

Equidad de género, sueño inalcanzable
mujer2 Equidad de género, sueño inalcanzable

La vecindad Podcast

Memorias del Crimen

Anatanael MEDINA mujer2 Discriminación, humillación, abandono, trabajo mal pagado, golpes, violaciones y prostitución, son tan sólo unos pocos de los flagelos que su­fren las mujeres en comunida­des marginadas. Hay casos en que los propios padres y familiares son quienes castigan a las jóvenes y niñas de estas zonas rurales. Ante esto, empresas, insti­tuciones, partidos políticos y diversos medios de comunica­ción locales y nacionales hacen propuestas e iniciativas. Modifican leyes para re­ducir los índices de violencia contra las mujeres en todos los niveles. Lo cierto es que muchas de estas medidas no funcionan, no terminan de concretarse. Que­dan congeladas por varios me­ses, o en caso de ser aproba­das, carecen de un seguimiento real contra los abusos. Incluso, mujeres que han sido violentadas por su pare­ja, en el doloroso camino de trámites que deben realizar, terminan como víctimas del sistema burocrático perma­nente en nuestro país. El maltrato conyugal es de los más comunes. Puede ser desde comentarios burlones o irónicos, críticas abier­tas, trato indigno, marginación económica, gritos, empujones, golpes, heridas y lesiones ma­yores, hasta la muerte. Desde que la mujer entró al sistema laboral, este ámbito tam­bién se convirtió en flagelo. Abundan los casos de aco­so laboral y todo tipo de mal­trato contra las mujeres en las empresas. Aunado a esto, las institucio­nes también atentan contra ellas cuando ignoran las denuncias presentadas. En este rubro entran médi­cos, ministerios públicos, agen­tes policiacos, peritos y muchas veces, la propia familia, ya que cuestionan que una mujer aban­done o denuncie a su pareja por maltrato. El panorama no es alenta­dor, sobre todo en zonas mar­ginadas.