Aunque la tradición marca que se realice el tercer jueves de octubre, el festejo se llevó a cabo ayer con la participación de comunidades de la región Patricia FLORES Corresponsal  Ni autoridades del gobierno estatal, ni elementos de la Policía estatal estuvieron presentes en el ritual de la matanza que da inicio a la temporada del mole de caderas. El evento inicio desde las 10 horas en la Exhacienda El Riego, la cual fue resguardada por elementos de la Policía Municipal y Protección Civil y Bomberos, no obstante las autoridades estatales brillaron por su ausencia; a pesar de que ya se tenía un programa previo, éste fue modificado. Pese a que la tradición del ritual de la matanza marca que el tercer jueves de octubre debe dar inicio la temporada del mole de caderas, ayer dio inició el ritual en cuestión. “Huajuapan y Tehuacán hemos de seguir siendo hermanos”, fue el mensaje en el que coincidieron las autoridades de ese municipio oaxaqueño y las tehuacaneras allí reunidas. El tradicional Xochicanela de la junta auxiliar de Santa María Coapan, que por tradición es previo al rito del chivo, fue el primero en saltar al templete, bailar el canasto y obsequiar a los cerca de cinco mil asistentes tamales, tacos y mezcal. Siguieron bailes de las distintas regiones, el jarabe Colexero corrió a cargo de San Sebastián Zinacatepec, el Altexano y Los Santiaguitos a San Francisco Altepexi, en un ambiente de fiesta los asistentes pudieron observar parte de la tradición que reina en esta zona del estado. Chilac no podía faltar a esta cita y como cada año el Jarabe Chileño y la Danza de los Vaqueros dijeron presente en esta tradicional fecha, más tarde una lluvia de panes, ajos, mezcal y productos de la región llovieron sobre los asistentes, el sagrado don de dar a los demás un poco de lo que Dios les ha dado. En esta ocasión Huajuapan de León, Oaxaca, tierra hermana de Tehuacán, y con quien mucho se ha disputado el origen del platillo del mole de caderas olvidó todo tipo de rencillas, con el Jarabe Mixteco, pusieron a bailar y aplaudir a los presentes, dejando claro que el hermanamiento es más allá de un papel. Vino entonces Los Albados, el cual dio paso al baile del chivo, sin embargo, este año, a pesar de la ausencia del mandatario estatal, Rafael Moreno Valle, tampoco el alcalde Eliseo Lezama Prieto bailó al primer animal cabrío que se debe sacrificar, sin embargo, junto con su comitiva sí sacaron brillo a la pista; al finalizar el evento, después de las 14 horas, se retiraron a una comida privada para degustar el platillo de mole de caderas en el Patio de Las Columnas. |