Desde 1980 Higinio Varillas es el encargado del museo de Tlalancaleca. Museo de Tlalancaleca, historia de una vida
|
Desde 1980, Higinio Varillas Aguilar es el encargado de preservar los cientos de vestigios localizados en el sitio arqueológico de La Pedrera Míriam PEDRAZA Corresponsal 
Desde 1980, el cronista y arqueólogo Higinio Varillas Aguilar, de 94 años, se ha encargado de preservar y promover la historia del municipio de San Matías Tlalancaleca a través de un museo comunitario que entró en funciones en 1975. El Museo de Arqueología Comunitario Tlalancaleca alberga cientos de piezas arqueológicas, en particular de la cultura olmeca, encontradas en el sitio de La Pedrera, que cuenta con una dimensión de 200 hectáreas y resguarda información sobre diversos asentamientos prehispánicos, algunos de los cuales datan de entre 100 y 200 años antes de Cristo. Sin embargo, por muchos años este sitio permaneció casi en el olvido, promovido turísticamente sólo por el museo. Fue hasta el 2012 que se inició una investigación en la zona, avalada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y financiada por autoridades japonesas. Los estudios fueron encabezados por arqueólogos bajo el mando de la maestra en Ciencias Julieta López y el doctor Tatsuya Murakami. A la fecha se han encontrado al menos 40 basamentos piramidales cubiertos por tierra, en estructuras que semejan pequeños cerros, también se han localizado piedras de diversos tamaños con grabados. Las acciones se realizaron en la zona norte y centro hacia el sur del sitio arqueológico, esto mediante mapeos y recolección de vestigios, todo ello con la intención de establecer nexos entre este punto y otros del México Prehispánico, como Teotihuacán. El museo Debido a la gran cantidad de vestigios arqueológicos hallados en La Pedrera, se decidió crear un museo de sitio, el cual es comunitario y está ubicado a un costado de la Presidencia Municipal, que fue inaugurado en 1975 y ofrece un servicio de lunes a domingo en un horario de 9 a 18 horas. Desde 1980 el museo es atendido por Higinio Varillas Aguilar, quien relata que allí son exhibidas piezas de gran relevancia, como la del dios Huehuetéotl, que significa “Dios viejo” o “Dios del fuego”, y cuya imagen es una de las más grandes encontradas en en territorio poblano. También son mostrados calendarios agrícolas y piezas como vasijas o pequeños restos de cerámica y barro encontrados en la zona, ya analizados por los investigadores. A decir de Higinio Varillas Aguilar, de los mil monolitos y piezas de gran tamaño hallados en La Pedrera sólo 300 se encuentran en exhibición, pues el Museo de Arqueología Comunitario Tlalancaleca no cuenta con el espacio suficiente para exponer tal número de vestigios, por lo que la mayor petición a las autoridades municipales es la ampliación del inmueble. También se ha hecho la solicitud a las autoridades de que se edifique un salón para las conferencias y talleres que se imparten a jóvenes de diversas instituciones y a visitantes. Las lámparas son otro tema a tratar, pues las actuales no permiten la correcta apreciación de las piezas arqueológicas, lo que ayudaría a dar mayor difusión al lugar e incrementar el número de visitantes al museo comunitario y la zona arqueológica. Aunque en varias ocasiones las autoridades han intentado destituir al nonagenario de su puesto como encargado del museo, Higinio Varillas Aguilar y sus dos hijas se han encargado de preservar algunas piezas, pues en su mayoría están bajo el resguardo del INAH. De acuerdo con la información recabada por los especialistas, se sabe que después de la conquista española los pobladores de esta región debieron sepultar sus domicilios, de allí una parte de los hallazgos en la zona. Aunque algunos vestigios ya habían sido documentados por trabajos arqueológicos anteriores a la década de los 70 por Ángel García Cook, las nuevas investigaciones han permitido una actualización y preservación de estos monolitos. La figura que se encuentra ubicada en la entrada principal del museo es, asegura Varillas Aguilar, fundamental en la historia de los dioses prehispánicos. Como atractivo turístico extra, en los alrededores de La Pedrera se ubica también la Exhacienda Molino de Guadalupe, un sitio que data del siglo 18.
Desde 1980, el cronista y arqueólogo Higinio Varillas Aguilar, de 94 años, se ha encargado de preservar y promover la historia del municipio de San Matías Tlalancaleca a través de un museo comunitario que entró en funciones en 1975. El Museo de Arqueología Comunitario Tlalancaleca alberga cientos de piezas arqueológicas, en particular de la cultura olmeca, encontradas en el sitio de La Pedrera, que cuenta con una dimensión de 200 hectáreas y resguarda información sobre diversos asentamientos prehispánicos, algunos de los cuales datan de entre 100 y 200 años antes de Cristo. Sin embargo, por muchos años este sitio permaneció casi en el olvido, promovido turísticamente sólo por el museo. Fue hasta el 2012 que se inició una investigación en la zona, avalada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y financiada por autoridades japonesas. Los estudios fueron encabezados por arqueólogos bajo el mando de la maestra en Ciencias Julieta López y el doctor Tatsuya Murakami. A la fecha se han encontrado al menos 40 basamentos piramidales cubiertos por tierra, en estructuras que semejan pequeños cerros, también se han localizado piedras de diversos tamaños con grabados. Las acciones se realizaron en la zona norte y centro hacia el sur del sitio arqueológico, esto mediante mapeos y recolección de vestigios, todo ello con la intención de establecer nexos entre este punto y otros del México Prehispánico, como Teotihuacán. El museo Debido a la gran cantidad de vestigios arqueológicos hallados en La Pedrera, se decidió crear un museo de sitio, el cual es comunitario y está ubicado a un costado de la Presidencia Municipal, que fue inaugurado en 1975 y ofrece un servicio de lunes a domingo en un horario de 9 a 18 horas. Desde 1980 el museo es atendido por Higinio Varillas Aguilar, quien relata que allí son exhibidas piezas de gran relevancia, como la del dios Huehuetéotl, que significa “Dios viejo” o “Dios del fuego”, y cuya imagen es una de las más grandes encontradas en en territorio poblano. También son mostrados calendarios agrícolas y piezas como vasijas o pequeños restos de cerámica y barro encontrados en la zona, ya analizados por los investigadores. A decir de Higinio Varillas Aguilar, de los mil monolitos y piezas de gran tamaño hallados en La Pedrera sólo 300 se encuentran en exhibición, pues el Museo de Arqueología Comunitario Tlalancaleca no cuenta con el espacio suficiente para exponer tal número de vestigios, por lo que la mayor petición a las autoridades municipales es la ampliación del inmueble. También se ha hecho la solicitud a las autoridades de que se edifique un salón para las conferencias y talleres que se imparten a jóvenes de diversas instituciones y a visitantes. Las lámparas son otro tema a tratar, pues las actuales no permiten la correcta apreciación de las piezas arqueológicas, lo que ayudaría a dar mayor difusión al lugar e incrementar el número de visitantes al museo comunitario y la zona arqueológica. Aunque en varias ocasiones las autoridades han intentado destituir al nonagenario de su puesto como encargado del museo, Higinio Varillas Aguilar y sus dos hijas se han encargado de preservar algunas piezas, pues en su mayoría están bajo el resguardo del INAH. De acuerdo con la información recabada por los especialistas, se sabe que después de la conquista española los pobladores de esta región debieron sepultar sus domicilios, de allí una parte de los hallazgos en la zona. Aunque algunos vestigios ya habían sido documentados por trabajos arqueológicos anteriores a la década de los 70 por Ángel García Cook, las nuevas investigaciones han permitido una actualización y preservación de estos monolitos. La figura que se encuentra ubicada en la entrada principal del museo es, asegura Varillas Aguilar, fundamental en la historia de los dioses prehispánicos. Como atractivo turístico extra, en los alrededores de La Pedrera se ubica también la Exhacienda Molino de Guadalupe, un sitio que data del siglo 18. 
