Hacer tortillas en Coapan, una tradición en riesgo

Hacer tortillas en Coapan, una tradición en riesgo
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Pese a la popularidad de las realizadoras de este alimento básico, el comercializar tortillas ha dejado de ser una actividad redituable, debido a la competencia desleal de quienes se hacen pasar por coapeños Patricia FLORES Segunda de dos partes comunidadPara las mujeres que fabrican tortillas en Santa María Coapan, el tamaño de estas marca el precio de su producto: 15 por 5 pesos si son pequeñas, o 12 por 5 pesos en caso de ser grandes. A diario estas mujeres transportan tenates de entre 13 y 15 kilos, los cuales son colocados en sus espaldas, envueltos en el rebozo, parte del traje típico. Sin embargo, esta tradición se enfrenta una problemática, ya que en los últimos años la venta de tortillas ha dejado de ser una actividad redituable, pues la competencia de personas que ofertan tortillas hechas a mano, quienes en ocasiones se hacen pasar por coapeñas, ha provocado que el tiempo de venta se duplique, pues si antes se invertían dos o tres horas, ahora se llega a ocupar una jornada laboral completa. Pese a ello, las coapeñas no se dan por vencidas y además de preparar tortillas también son reinas en la venta de tacos y enchiladas, papa, cabeza, frijol, dorados de papa, papa con huevo, memelas, entre otros, además del atole de granillo, todos ellos cocinados por las manos de las mujeres coapeñas, cuyo precio van de 3 tacos por 5 pesos, lo cual resulta accesible para que exista un gran número de compradores. Trueque por tortillas Para ellas no hay hora de venta, su jornada puede iniciar a las 3:30 horas de la madrugada para que a las 8 horas se encuentren en el mercado con el tenate listo para comerciar. Entre los dichos de las coapeñas existe uno que menciona: “si no trae semillas y enchiladas, no es coapeña”, sin embargo, cada día resulta más complicado para estas mujeres cumplir con esta encomienda. Elvira Flores Ortiz, otras de las comerciantes, expresó que cuando queda tortilla resultado de las bajas ventas se realiza el trueque por algún otro producto, lo cual resulta más fácil los miércoles y sábados de mercado popular. Cansancio físico, no del alma Por otra parte, estas mujeres son conocidas por su gran actividad laboral. Catalina Juana Méndez Morales, de 78 años, relata que su marido la abandonó hace más de 50 años, sin embargo, esto no fue impedimento para convertirse en el sostén de su hogar. Por lo anterior, recurrió al trabajo de elaboración de tortilllas para después venderlas en Tehuacán, no obstante, esta labor causó consecuencias en su salud, pues el médico le indicó que tiene destrozados los nervios de los pies, “por tanto caminar”. Sin embargo, pese a su edad y enfermedad, Catalina sigue activa, vende atole de granillo o tortillas, siempre apegada a los grupos de la Iglesia, como la mayoría de los habitantes en Coapan, para quienes la religión es un asunto muy serio y al que siempre están dispuestos a colaborar, por ello asegura: “Dios es el que me sostiene”. “Sesenta pesitos ya es algo, hay que tener en la bolsa aunque sea unos pesos”, señaló la entrevistada, pues con más de 10 mil habitantes en la cabecera de la junta auxiliar, se calcula que por lo menos el 60 por ciento de las mujeres se dedican a hacer tortillas, aunque no todas las ofertan en Tehuacán.