LLEGA A COSTAR 50 PESOS SÓLO TRES PIEZAS EN TEMPORADA BAJAPese a que surge de manera natural en sembradíos comunes, este fruto sólo se puede disfrutar dos veces al año, sin embargo, su cosecha y venta es una alternativa para el mercado local Martha HERNÁNDEZ Corresponsal Primera de dos partes Fotos: Martha HERNÁNDEZ [gallery ids="113766,113767,113768,113769,113770,113771"] Las remesas y las pitayas se han convertido en las únicas fuentes de ingresos para los pobladores de la región de la Mixteca, debido a que la actividad agrícola no genera las suficientes entradas económicas como hace 50 años, ya que el fertilizante, la semilla, el maíz, el tractor y más insumos utilizados para la siembra incrementaron su precio al menos un 50 por ciento, así lo han informado campesinos de esta región. Sin embargo, el fruto de pitayas surge de manera natural en esta región, donde incluso se pueden encontrar en los hogares, sin embargo, sólo brotan en dos temporadas al año: en mayo y agosto. En cuanto a las remesas, de acuerdo con Raúl Lima Hernández, director de la Coordinación Estatal de Asuntos Internacionales y de apoyo a migrantes poblanos, Puebla ocupa el quinto lugar como estado receptor en México, al destacar en primer lugar Michoacán, seguido de Guanajuato, Jalisco y Distrito Federal. Asimismo identificó que la región de la Mixteca –desde Izúcar de Matamoros hasta Acatlán de Osorio- es donde más envíos de remesas se reportan a nivel estatal, lo cual la coloca como una de las principales economías de esta zona. Una jornada de recolección Rogelio Hernández Cruz, productor de pitaya del municipio de Acatlán de Osorio, señaló que los productores inician la recolección del fruto en dichas fechas desde el amanecer, con el objetivo de tener de 4 a 5 cajas diarias para contar con un pago por la cosecha. Además, cuando se coloca la fruta en los cajones, los campesinos protegen la pitaya con una hierba llamada cristalillo o bien el cazahuate, con el fin de que llegue a su destino sin abolladuras y en buenas condiciones. Un manjar que se prueba sólo dos veces al año La fruta de pitaya también es llamada por sus pobladores como Fruto de los Dioses, por su textura y color que sólo se puede disfrutar dos veces al año en la región de la Mixteca, por lo cual muchos habitantes aprovechan el tiempo cuando brota para venderla en los principales mercados. Los vendedores establecidos en la plaza Hidalgo de Acatlán indicaron que cuando inicia o concluye la temporada de pitayas es cuando su precio incrementa 100 por ciento, ya que su valor oscila en 50 pesos por sólo tres piezas. Esta fruta se comercializa por montones y nunca por kilos, por lo cual, en temporada alta de producción, su costo es de 20 pesos por 10 pitayas, no obstante, mucho depende del tamaño y de la calidad. Eladia Contreras, vendedora de la cactácea originaria de San Jerónimo Xayacatlán, mencionó que los habitantes de esta localidad poseen árboles de pitayas en sus hogares, por lo cual comercializan el fruto en diferentes puntos de Acatlán de Osorio. Asimismo, señaló que el costo de la fruta en agosto, mes considerado como temporada alta de producción, ronda entre 20 hasta 50 pesos, al depender de la calidad y cantidad de la fruta. Sin embargo, cuando la producción de este alimento se reduce, su precio aumenta a 50 pesos por tres pitayas. La comerciante agregó que pese al precio, el producto es bien adquirido por los compradores, pues destaca que sólo existe cierta época del año para consumirla, además, el fruto surge de manera natural en este municipio. En ese sentido, señaló que la cosecha de mayo ofrece frutos de color rojo en su mayoría, mientras que en agosto las pitayas son de tonos naranja, rosa, blanca, amarilla y roja, las cuales son más solicitadas. Lo anterior busca promover el fruto a nivel nacional así como posicionar al municipio como uno de los principales productores, lo cual beneficiaría a la población para aumentar sus fuentes de ingresos. Sin embargo, la siembra de pitaya enfrenta conflictos en cuanto a su producción, distribución y posicionamiento dentro y fuera del mercado local, debido al alza de migración en el municipio, aunado a la venta informal del producto así como la falta de subsidio para el campo amenazan la cosecha de este fruto. |