“Temen” embarazadas al Hospital General de Acatlán

El 16 de abril de 2014, María Luisa Carrera León y su esposo Felipe Bermejo Aguilar acudieron al filo de las 8 horas al entonces recién inaugurado Hospital General de Acatlán debido a que ella estaba a punto de dar a luz.
Sin embargo, el parto se postergó hasta las 20 horas, cuando se registró el alumbramiento. Para entonces el bebé había sufrido asfixia y un paro cardiorrespiratorio, aunque estaba vivo y permaneció internado hasta el 26 de abril; después fue trasladado al Hospital del Niño Poblano, donde falleció el 16 de mayo. Los acatecos aún recuerdan este suceso a casi dos años de ocurrido, tanto que a la fecha las futuras madres de la región han externado su preocupación por ser atendidas en dicho nosocomio; el temor de que esta situación se repita sigue latente.
En su momento, la Comisión Nacional de Derecho Humanos (CNDH) realizó una recomendación a las autoridades por la inadecuada atención médica y violencia obstétrica en el Hospital General de Acatlán.
Situación derivada de una queja interpuesta por los padres del menor fallecido, quienes argumentaron que no se les había dado la atención adecuada pese a que tenían una revisión previa por parte del médico de la Clínica de Salud de Tehuitzingo, donde se notificaba que debido al tamaño del producto María Luisa requería cesárea.
Entonces la CNDH solicitó al gobernador Rafael Moreno Valle que se hiciera la reparación integral del daño, la cual incluía indemnización, atención médica y psicológica para los padres; además, debía dotarse de personal capacitado y suficiente al nosocomio.
También se indicó que los expedientes clínicos debían estar integrados de forma debida, así como que el personal médico necesitaba estar certificado ante los consejos de especialidades.
Usuarios, inconformes
En varias ocasiones los usuarios del Hospital General de Acatlán de Osario se han quejado por la atención recibida en el sitio y la deficiencia en el número de médicos.
Incluso, el 7 de septiembre de 2015 un grupo se manifestó frente al inmueble para exigir un mejoramiento de los servicios, así como una audiencia con el director Alberto Henrique Valiente Mendoza para exponer las irregularidades detectadas por los mismos ciudadanos.
Entre los señalamientos estaban malos diagnósticos por parte de los galenos, lo que derivaba en complicaciones de salud, así como deficiente atención en partos y excesivo lapsos de espera para consulta.
Inés López Sánchez, vecina de San Pablo Anicano, destacó que cuando acuden a revisión los tiempos de espera son de más de una hora, y aunque haya algún paciente grave éste no es atendido de inmediato. “Las instalaciones están muy bonitas, pero el servicio sigue siendo pésimo, como cuando estaba el otro edificio; aunque quiero reconocer que cuando se encontraba el médico Raúl (Palma Guzmán, exdirector del nosocomio) siempre trató de atendernos a la brevedad posible”, expresó.
El inmueble
El Hospital General de Acatlán fue inaugurado el 7 de enero de 2014 por el presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Rafael Moreno Valle, así como secretarios federales; el antiguo sanatorio tenía 25 años de antigüedad.
Dicho nosocomio cuenta con 45 camas, 12 consultorios, 1 sala de expulsión y 2 quirófanos; además, dispone de tecnología de última generación en rayos X, mastografía, ultrasonido, exámenes de laboratorio y banco de sangre
La inversión fue de 194 millones de pesos y para su operación se proyectó una plantilla laboral de 197 personas. La magnitud del proyecto se debía a que brindaría atención a pobladores de al menos 20 municipios poblanos y algunos de la zona limítrofe con Oaxaca y Guerrero.
Las deficiencias
A dos años de haber sido inaugurado, el Hospital General de Acatlán cuenta apenas con 15 trabajadores que integran el área de personal médico, entre los que se encuentran anestesiólogos, pediatras, cirujanos, galenos generales y otros; pero los fines de semana apenas laboran 4 especialistas y 4 médicos generales; por las tardes 1 especialista, 2 generales, 1 de urgencias y 1 radiólogo.
Sin embargo, es durante los fines de semana cuando se presentan más casos de urgencias debido al incremento de accidentes. Asimismo, el nosocomio cuenta con 61 enfermeras, entre tituladas y pasantes. Todas estas situaciones, encabezadas por el fallecimiento del niño, han generado que la ciudadanía tema ir al centro de salud; Alberto Henrique Valiente, quien fue buscado por este medio para emitir su postura al respecto, se limitó a señalar que el incidente del menor no se había registrado durante su administración y no podía opinar al respecto.
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