Estudios revelan que en el medio ambiente de la región de Izúcar están presentes partículas dañinas propias de ciudades de primer mundo; aunque hay alternativas, éstas generan pérdidas económicas para los productores  IZÚCAR Lidchy HERNÁNDEZ Corresponsal Aunque la industria cañera en la región sur del estado es una de las actividades económicas de mayor relevancia, en los últimos años la zafra se ha convertido en un aspecto controversial debido a la contaminación que genera con la quema de caña, la cual dura seis meses. De acuerdo con estudios de la Universidad Tecnológica, la calidad del aire no es buena en la zona de Izúcar, pues se detectó la presencia departículas contaminantes suspendidas, las cuales aumentan durante la temporada de zafra, lo que debe sumarse a las emisiones de las flotas de camiones empleados para transportar la vara endulzante. David Navarrete Rosas, director de Ecología de Izúcar de Matamoros, comentó que algunos estudios demuestran la presencia de partículas benzopireno, un compuesto que se encuentran en el aire de ciudades como Londres o algunas de Estados Unidos. El benzopireno está considerada como una sustancia peligrosa debido a su potencial tóxico, de acuerdo con registros al respecto en la Unión Americana. Para Navarrete Rosas el problema es demasiado complejo, pues si bien es cierto que debería disminuir la quema de caña, se trata de una actividad que genera bastantes fuentes de empleo, pero también debe evaluarse que una mala calidad del aire de implica costos en la salud de los pobladores. Para frenar daños, el Ingenio de Atencingo, ubicado en el municipio de Chietla, en el Valle de Atlixco y Matamoros, logró disminuir la quema al ingresar cerca del 30 por ciento de la producción total con cosechas en verde. Cabe recordar que en el sur de la entidad la plantación de caña de azúcar inició en la época de la Colonia, en las haciendas, donde se cultivaba caña para después procesarla en pequeños trapiches para elaborar azúcar y piloncillo. El proceso Una vez concluida la Revolución Mexicana, William Jenkins, cónsul estadounidense, se convirtió en el propietario de las tierras pertenecientes a las nueve haciendas dedicadas a la producción de caña de azúcar. Durante la administración de Lázaro Cárdenas, con la reforma agraria, se negoció, de esta forma las labores del ingenio quedaron en manos de particulares y la tierra pasó a los campesinos. El productor Matías Sánchez destacó que la caña se somete a un proceso desde un mes antes de la cosecha, pues se le elimina el suministro de agua para que concentre más azúcar; después se prendé fuego a la parcela. La quema de la vara endulzante es parte importante de la zafra, aunque algunos vecinos han comenzado a quejarse debido a que, más allá de la contaminación del aire, hay tizne en calles, patios y azoteas. “Contaminante no es agresivo” Víctor García, secretario de la Comisión de Cosechas de la Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR), enfatizó que la quema de caña no es un contaminante tan agresivo para el medio ambiente, puesto que se incinerabiomasa, es decir, materia orgánica. Puntualizó que no existen quemas excesivas, ya que se tienen calendarizadas, además de que para el productor llevar cosechas en verde al ingenio le genera pérdidas económicas debido a que la calidad de la vara endulzante disminuye. La quema de caña tarde entre 15 y 20 minutos. El secretario de la Comisión de Cosechas aseguró también que existen corrientes de aire que provocan que lo generado por la incineración se disperse en menos de una hora.