Aunque están en riesgo mil 700 familias, autoridades no han efectuado recorridos por la zona; pobladores responsabilizan a cementera por la situación Carlos ROCHA El pozo de agua potable de la comunidad de Tuzuapan, municipio de Quecholac, está por secarse. Desde ahora las mil 700 familias se han unido debido a que el año pasado la población de Manjarrez, de 500 familias, se quedó sin el líquido, lo que también sucedió en Rancho de Vera. La situación empeora debido a que estas comunidades pertenecen a la cuenca hídrica de Tecamachalco, que de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se encuentra sobreexplotada. A pesar de tener conocimiento, la Conagua no ha hecho recorridos de inspección por esta zona agrícola, denunció Maurilio Rosas Morales, de la asociación civil Eco-Tuzuapan. El agricultor y activista afirmó que la escasez de agua se debe a la cementera Cruz Azul que se encuentra en dicha región y ha intensificado la explotación de cerros con su segunda línea de producción. “Sí ha ido el delegado de Conagua (Germán Sierra Sánchez) pero únicamente es recibido por las autoridades de la cementera y no recorre las zonas agrícolas ni revisa los pozos de riego, menos los potables”, señaló Rosas Morales. Desde 2006, recordó Maurilio, se preveía el desabasto de agua y por ello clausuraron un pozo que pretendía explotar la cementera. Ahora la situación ha llegado al grado de que los pobladores han intentado rascar pozos, pero se derrumban durante la noche, cuando la cementera hace sus detonaciones, detalló el líder de la comunidad en conferencia de prensa. Refirió que los pobladores de Rancho de Vera, Manjarrez y Tuzupan tienen que cooperar para reunir 400 pesos y comprar pipas de agua para llenar sus tinacos. “La gente se está uniendo, es por su agua. Por eso están atentos para participar en cualquier movilización. Estamos planeando una para el Día Mundial del Agua (22 de marzo) en las oficinas de Conagua”, anunció Maurilio. Previó que podrían incorporarse a su protesta pobladores de Ocotepec, quienes están en defensa de su agua, que se presume podría ser administrada por la agrupación religiosa norteamericana Living Water. “El derecho al agua, ya sea para la cosecha, el trabajo y la potable, es un derecho y lo vamos a defender. Necesitamos que nos den una respuesta”, concluyó el jornalero. En marzo del 2007 inició operaciones la planta de Cruz Azul en el municipio de Palmar de Bravo y casi a la par nació la organización Eco-Tuzuapan con el objetivo de defender sus cultivos y agua, comenzaban a escasear.