La figura de la parroquia de El Calvario fue construida en 1920 por Manuel Román para agradecer el resultar ileso tras la Revolución Mexicana; autoridades descartan aportar recursos para conservarla José SÁNCHEZ Corresponsal Primera de dos partes  A días de que comience Semana Santa, miles de peregrinos han comenzado su arribo a la iglesia del “cerrito” de El Calvario, en el municipio de Tlacotepec de Benito Juárez, en agradecimiento a los favores recibidos durante el año que transcurrió. Las mandas de los creyentes son variadas, pues mientras las clásicas permanecen, como arribar a pie o en bicicleta, existe una que destaca entre todas. Al interior del domicilio marcado con el número 105 de la calle 10 Sur, en el barrio de San José, municipio de Tecamachalco, es resguardada con recelo una réplica de la iglesia hecha por el señor Manuel Román Nieto en 1920. A consideración de los pobladores, pese a que el número de peregrinos aún es amplio, las generaciones más jóvenes han causado que parte de la historia de dicha región del estado haya comenzado a perderse, incluso ignoran la existencia de la réplica de la iglesia. La historia De acuerdo con Ernesto Gámez Jiménez, autor del libro Nuestros orígenes, crónica de Tecamachalco, en 1920 se inició la construcción de la capilla miniatura por parte de Manuel Román Nieto, la cual incluso fue bendecida por las autoridades eclesiásticas en ese mismo año. Fuentes bibliográficas señalan que la réplica estaba dedicada a la Virgen de los Dolores en manda porque Román Nieto logró salvarse de las persecuciones que se vivieron en Tec amachalco durante el primer cuarto del siglo 20, aún sacudido por la Revolución Mexicana. De acuerdo con familiares de Manuel Román, a quienes pertenece en la actualidad la imagen, la pequeña iglesia es una réplica del santuario de Tlacotepec. Las investigaciones realizadas por Ernesto Gámez indican que el artífice de la figura había construido con antelación un sótano en su hogar para poder pasar desapercibido por revolucionarios y militares, pues los primeros, a su arribo a alguna región, arrasaban con lo que encontraban, mientras que los segundos tenían la orden de sumar civiles a su causa. Manuel Román logró huir de Tecamachalco a la población de Tlacotepec de Benito Juárez, donde permaneció escondido varios meses en el cerro donde en la actualidad se ubica el santuario de El Calvario. En ese momento prometió que si regresaba alguna vez a su pueblo natal construiría una capilla miniatura como agradecimiento. La época convulsa del país concluyó y Manuel Román volvió a Tecamachalco. Ya en su hogar se dedicó a cumplir su promesa. El pequeño inmueble fue consagrado el Viernes de Dolores. La réplica Rafael Román Rodríguez, descendiente de la familia de Manuel, explicó que desde 1920 y hasta 1960 en la propiedad se efectuaron misas en agradecimiento a la Virgen de Dolores y al señor de El Calvario. El entrevistado detalló que la miniatura está hecha con mampostería, adobe y cal. Debido a que no tiene cemento el tiempo hizo mella en la pequeña estructura. La familia tiene el interés de conservarla, incluso se han acercado a las autoridades competentes para exponerles la situación, pero no ha habido respuesta positiva, pues aseguran que se carece de recursos para tales fines. “La iglesia miniatura ha sido conservada y restaurada como la familia ha podido, pero los daños ocasionados por la misma urbanización de la ciudad de Tecamachalco la han deteriorado”, lamentó el descendiente del artífice; esta situación ha originado que en la actualidad esté “cerrada”. La iglesia contaba con un reloj e incluso imágenes religiosas, las cuales fueron vendidas con el paso del tiempo; pese a lo anterior, quienes deseen visitarla pueden acudir a la casa, aunque no es una situación común. El señor de Tlacotepec Diversos documentos indican que la imagen del señor de Tlacotepec proviene de Chiapas, pero en Tlacotepec se señala que su origen está en Guatemala, en particular en territorio maya. Se señala también que la llegada de la imagen a Tlacotepec ocurrió entre los años 90 y 95 del siglo 16, versión encontrada en documentos y referida por los pobladores de la región.