El 50 por ciento de los niños que vive en la Sierra Negra tienen algún grado de desnutrición, pues a pesar de la distancia la comida chatarra es parte de la dieta de los distintos grupos que viven en la zona, afirmó, Gisela Herrerías, directora de Educación del Grupo Alternativas, quienes se encargan de la producción de amaranto.

La entrevistada dijo que no se tiene un proyecto como tal para trabajar con las personas de la Sierra Negra, aunque hace algunos años en coordinación con el municipio de Coxcatlán hicieron proyectos encaminados a disminuir la desnutrición, los resultados fueron contundentes, el 90% de los niños recuperaban peso y talla en un promedio de entre 9 y 12 meses, gracias al consumo del mencionado grano.

Indicó que el sistema cooperativo Quali tiene afiliados a más de mil 160 sembradores organizados, todos cosechan amaranto, y este es distribuido en todo el país, pues los interesados pueden solicitar sus pedidos por teléfono, e internet, el reto es hacer que sea la gente de esta zona la que también consuma de manera regular el producto.

Comentó que los alimentos con amaranto de la región son vendidos por aliados, los cuales obtienen un porcentaje de ganancia en la venta, además de que el grano también es enviado a Italia, y fue justo de ese país que hace poco visitaron a la cooperativa para certificarlos como una empresa de comercio justo, es decir que favorece al precio a la gente que lo siembra, y tiene condiciones adecuadas para quienes trabajan con ellos.

Expresó que precisamente los que lo siembran consumen el grano, pero más allá de eso, las hojas, que se consideran aún más nutritivas que el propio amaranto, dijo que para lograr eso es que hacen cursos de nutrición y cocina, de modo que se recupere su ingesta diaria, pues antes de la llegada de los españoles era uno de los tres alimentos más importantes, junto al maíz y al frijol.