El alcalde de Texmelucan, Núñez Ramírez, aseguró que la detención de dos funcionarios de dudosa ilegalidad
Más de 15 días tardó el presidente municipal de San Martín, Rafael Núñez Ramírez, para fijar una postura sobre la toma del mando policial por parte del Gobierno del Estado el pasado 2 de mayo. Mediante una improvisada rueda de prensa, a la que fueron convocados pocos medios de comunicación (este reportero no fue invitado), el alcalde de Texmelucan dio lectura a tres cuartillas en las que acusa al Gobierno del Estado de haber actuado sin contar con orden judicial o notificación oficial al Ayuntamiento sobre que asumiría la seguridad municipal.
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En tres minutos, sin compañía de regidores y sin admitir preguntas, Núñez Ramírez apuntó que la toma de las instalaciones de la Policía Municipal fue de manera sorpresiva y de dudosa legalidad, pues se dio a las 7 horas y el Ayuntamiento fue notificado hasta las 13:44 horas del mismo día. Justificó su tardanza en actuar al asegurar que esas acciones lo obligaron a actuar con prudencia y analizar meticulosamente las acciones a realizar para respetar el marco jurídico e institucional, pues lo que ocurrió, afirmó, fue un cateo sin mediar orden judicial o notificación al Ayuntamiento.
A pesar de que el 3 de mayo Rafael Núñez agradeciera al gobernador del estado, Antonio Gali Fayad y al director de Seguridad Pública del Estado, Jesús Morales, por la intervención, ayer cambió su argumento y afirmó que fue mediante la fuerza que se le obligó al personal de seguridad del municipio someterse a las órdenes. También dijo que fueron privadas de su libertad sin respetárseles el principio de presunción de inocencia.
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