TEZIUTLÁN - Un elemento de vialidad municipal habría denunciado ante la Casa de justicia de esta ciudad, abuso de autoridad por parte de sus compañeros, así como mandos policiacos, ello tras ser detenido mientras conducía su vehículo en sentido contrario y en presunto estado de ebriedad, por haberse pasado un alto y chocado contra otra unidad, motivo por el que fue interceptado y llevado a los separos de la comandancia municipal.

Los hechos se registraron, en la esquina que forman la avenida Cuauhtémoc y Lombardo Toledano, en el centro de esta ciudad, donde el agente municipal circulaba en presunto estado de ebriedad, a bordo de un vehículo Tsubame de la marca Nissan, mismo que impactó contra una camioneta tipo tornado al no respetar la luz roja, para posteriormente emprender su huida.

Dicho funcionario fue interceptado por elementos de la Policía y Tránsito municipal cuando circulaba en sentido contrario, sobre la avenida Cuauhtémoc, punto en el que fue detenido, para luego ser llevado a los separos de la central de seguridad pública, donde fue resguardado, para luego responder por los daños ocasionados.

Se trata del agente vial, Braulio Gaspar Martínez, el cual fue suspendido de sus actividades de manera temporal, hasta en tanto se determina su situación jurídica, ya que le fue emprendido un proceso por este incidente, sobre todo al ser servidor público de orden del cuidado vial, en tanto su unidad fue trasladada al corralón.

No obstante, Gaspar Martínez interpuso una denuncia ante la Casa de justicia de esta ciudad, en contra del agente vial y policías municipales que los detuvieron, así como en contra de los mandos policiacos, entre ellos, Pedro García, director de vialidad municipal, Jorge Murrieta, Juez calificador y Roberto Hernández Rangel, encargado del despacho de la Secretaría de Seguridad Pública, todo ellos, por el delito de abuso de autoridad.

Durante la pasada administración, encabezada por el panista Antonio Vázquez Hernández, Braulio Gaspar Martínez fue acusado en repetidas ocasiones por automovilistas, quienes de la misma forma daban a conocer el uso de poder, corrupción y prepotencia con la que se conducía, puesto que levantaba infracciones sin justificación alguna.

Por lo anterior, fue agredido verbal y físicamente por los choferes, quienes solicitaban su destitución, hecho que no sucedió, debido al cobijo que le brindaba el alcalde, solicitando mordidas a un gran número de conductores, que hoy exigen, sea despedido.