Regresa la calma a El Paraíso

La paz y tranquilidad que tanto se anhelaba en la colonia El Paraíso se convirtió en un hecho cada vez más tangible. La colocación de cámaras de videovigilancia y alarmas vecinales resultó de gran utilidad ante los ilícitos cometidos en la zona y los habitantes reportaron una diminución de la inseguridad gracias a la organización y al trabajo conjunto con las autoridades municipales.

Yolanda Vázquez Díaz, presidenta del Comité de la colonia, abundó que la adquisición de los equipos fue por la cooperación de los pobladores y una aportación hecha por el gobierno municipal, logrando tener en funcionamiento 4 cámaras y 6 alarmas; estas últimas se activan en caso de que cualquiera de los vecinos note una situación rara o gente sospechosa merodeando.

Las acciones se emprendieron a raíz de los robos perpetrados de forma cotidiana en algunos comercios y casas-habitación; sin embargo, los pobladores lograron la captura de algunos de los delincuentes, pero a través un diálogo con las autoridades se evitó que hicieran justicia por propia mano.

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Los pobladores expusieron sus necesidades al secretario de Seguridad Pública, Roberto Hernández Rangel, quien reiteró su total disposición para trabajar y brindar seguridad en el sitio. Algunos policías realizan rondines de vigilancia todos los días, lo que sumado a los recorridos que realizan los mismos habitantes de la colonia logró disminuir el problema.

Algunos grupos, conformados en su mayoría por varones, recorren las calles del lugar de 21 a 24 horas, para prevenir delitos. Se vigilan las entradas para limitar el ingreso de gente desconocida, y se mantiene una constante comunicación con el resto de los vecinos a través de grupos de WhatsApp, para evidenciar alguna situación de riesgo.

Yolanda Vázquez dijo que en el caso de detener a algún presunto delincuente, éste será entregado a las autoridades, y descartó que se tome justicia por cuenta propia, aunque eso resulte difícil, pues quienes cometen delitos atentan contra el patrimonio e integridad familiar, situaciones que generan enfado e impotencia en la población.