Añadieron que se realizó una asamblea a la que asistió muy poca gente de la comunidad. En la reunión se tomó la decisión de comprar tres terrenos para el panteón y se fijó la cuota de 2 mil pesos por familia, pero aseguraron que fue una decisión muy apresurada, que no contó con el respaldo de la mayoría de los pobladores.

Susana F, vecina del pueblo, afirmó que no está en contra de cooperar para un panteón, pues aunque en la comunidad existen dos, ya no cuentan con espacio para enterrar más difuntos, pero pidió una investigación sobre la asignación y manejo de recursos para ejecutar el proyecto.

Agregó que durante el periodo del anterior presidente auxiliar, Pablo Pérez, para sepultar a un difunto en el panteón se debían pagar 3 mil 500 pesos. Aparentemente el recurso se destinaría a mejorar el panteón, así como el camino que conduce a éste, pero luego de terminada su administración el lugar nunca se bardeó y el acceso sigue siendo de terracería.

“Nosotros hemos cooperado, pero no vemos avances. Ir al panteón es complicado porque hay que pasar por debajo de la autopista y el camino es pura tierra; si queremos pasar por la pista nos arriesgamos a sufrir un accidente,” explicó.

En cuanto a la construcción del nuevo panteón que pretende hacer el actual presidente auxiliar Fernando Castillo, añadieron que la mayoría del pueblo desconoce el proyecto, pero se les dijo que se les explicarían los pormenores una vez que hicieran el depósito. Señalaron que les dieron un plazo de 2 meses para pagar los 2 mil pesos.