Rodrigo Medina de la Cruz, exgobernador de Nuevo León, ingresó al penal de Topo Chico durante la madrugada del 26 de enero, después de que el juez de control, Miguel Eufracio Rodríguez, le dictó prisión preventiva como medida cautelar, para evitar que se sustraiga del proceso jurídico al que está sujeto.

Después de más de tres horas de audiencia, en punto de las 00:06 horas de este jueves, el juez resolvió vincularlo a proceso por los delitos de Peculado y Daño Contra el Patrimonio del Estado por 3 mil 128 millones de pesos; presuntamente el exgobernador otorgó estímulos indebidos a la armadora automotriz KIA Motors.

Los abogados de Medina rechazaron la prisión preventiva, pues presentaron un recurso de amparo, concedido por el juzgado quinto de distrito del ramo penal. La defensa argumentó que se dejaba en manos del juez la libertad personal de su representado, pero permitía al juez de control continuar con el proceso contra el acusado.

Sin embargo, los alegatos de la Fiscalía resultaron convincentes al exponer que el exgobernador podía intentar sustraerse del proceso jurídico, ya que comprobaron con indagatorias de la Agencia Estatal de Investigación que Medina de la Cruz no tiene domicilios ni negocios en Nuevo León con lo que pueda cubrir el monto que se le reclama.

Durante la audiencia de más de 18 horas, Medina de la Cruz permaneció en aparente calma; sin embargo, al escuchar la resolución del juez empezó a mostrarse nervioso. Lo único que alcanzó a decir cuando el juez pidió que hiciese una manifestación fue "nada".

Los litigantes del exgobernador advirtieron al juez que por violar el amparo podría hacerse acreedor a 15 años de prisión, en tanto que Medina podría recuperar su libertad inmediatamente.