Martes 21 Marzo 2017

Hoy se conmemora el 211 aniversario del natalicio de Benito Juárez, uno de los personajes más conocidos, recordados y analizados en la historia de México. Por eso El Popular, diario imparcial de Puebla, trae para ti algunos aspectos poco conocidos del "Benemérito de las Américas".

-Murió el 18 de julio de 1872 en el Palacio Nacional, lo que lo convierte en el único presidente de la historia en fallecer en funciones de forma natural. Ocupó el cargo en cinco ocasiones.

-Muchas calles, avenidas, parques, escuelas, aeropuertos, municipios y ciudades llevan su nombre, su fama incluso alcanzó a una ciudad argentina al sur de la provincia de Buenos Aires llamada como el expresidente mexicano.

-Debido a sus diferencias con el entonces presidente, Antonio López de Santa Anna, Juárez fue encarcelado en San Juan de Ulúa y después desterrado a Cuba, en donde trabajó en una fábrica de puros

-Hablaba latín a la perfección y leía textos en francés e inglés

-Pese a que sentía aversión por los temas de religión decidió entrar en el Seminario de Oaxaca con ayuda de su tío, el clérigo Salanueva, debido a que descubrió que los seminaristas tenían acceso a extensos temas educativos

- Cuando ingresó al rito de la masonería adoptó el nombre masónico de Guillermo Tell, personaje legendario de la independencia de Suiza con fuerte presencia en la cultura popular y literatura cuya existencia no se ha podido comprobar

-La frase "Las armas nacionales se han cubierto de gloria" enviada por el general Ignacio Zaragoza después de la batalla del 5 de mayo llegó a Juárez por telégrafo. Existió conexión directa entre el Palacio Nacional durante todo el día, por lo que dio seguimiento "en vivo" a los sucesos.

-Después de graduarse como abogado trabajó defendiendo comunidades indígenas

-Cuando Santa Anna huía de la capital de México hacia Oaxaca tras la ocupación estadounidense en la intervención de 1847, Juárez, entonces gobernador del estado, le negó el acceso, situación que tendría consecuencias años más tarde

-En 1859 buscó con el tratado McLane-Ocampo ceder el Itsmo de Tehuantepec y partes de territorio nacional a Estados Unidos a cambio de que la autoridad de ese país reconociera como legítimo su gobierno