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Sufren 40% de mexicanos reflujo crónico

Obesidad, tabaquismo y alcohol favorecen el desarrollo de este padecimiento

Sufren 40% de mexicanos reflujo crónico
Cortesía | Nuevos procedimientos médicos mínimamente invasivos muestran un alto grado de efectividad. Sufren 40% de mexicanos reflujo crónico

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Debido al ritmo de vida acelerado, los altos niveles de estrés y los hábitos alimenticios poco saludables, en los últimos años se han incrementado las enfermedades relacionadas con el aparato digestivo entre los mexicanos.

De acuerdo con la Asociación Mexicana de Gastroenterología (AMG), alrededor del 40 por ciento de la población adulta del país padece reflujo al menos una vez al mes y dos de cada 10 personas lo padecen una vez a la semana.

La pirosis que se identifica como una sensación de acidez o ardor en el pecho, cuello y garganta, generalmente asociada con la regurgitación de ácido gástrico es un tipo de padecimiento que puede presentarse ocasionalmente. Sin embargo, cuando aparece con mayor frecuencia o más de dos veces por semana, aunado a la presencia de sangrado en el esófago y pérdida de peso, podría tratarse de un problema más grave conocido como enfermedad de reflujo gastroesofágico.

La enfermedad por reflujo gastroesofágico también conocida como ERGE es una afección en la cual el ácido estomacal u otros contenidos estomacales se devuelven desde el estómago hacia el esófago como resultado de una debilidad en la válvula o esfínter ubicada entre el esófago y el estómago, dando como resultado una irritación en el tubo de deglución y el recubrimiento del esófago, causando acidez estomacal, regurgitación, deterioro de la voz y complicaciones respiratorias entre otros síntomas.

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Estudios clínicos demuestran que algunos factores de riesgo para el desarrollo de los síntomas de ERGE pueden presentarse con mayor frecuencia e intensidad en personas que padecen obesidad, tabaquismo, alcoholismo, mujeres embarazadas y en pacientes que han experimentado una cirugía bariátrica.

La mayoría de las personas que sufre ERGE logran controlar los síntomas con medicamentos que bloquean los ácidos estomacales, estos son los llamados inhibidores de la bomba de protones (IBP). Sin embargo, casi el 30 por ciento de quienes reciben medicamentos con IBP no eliminan en su totalidad las molestias causadas por este padecimiento.

No existía una solución definitiva para la ERGE, ya que los tratamientos sólo se enfocaban en un alivio limitado de síntomas y prevención de complicaciones, pero actualmente se han desarrollado técnicas que demuestran mayor efectividad y son mínimamente invasivas.

El procedimiento no quirúrgico más estudiado con una eficacia demostrada es Stretta que a través de ondas de calor fortalece los músculos que rodean al esfínter esofágico inferior para que se abra con menos frecuencia y de esta forma ayuda a prevenir la enfermedad por reflujo gastroesofágico.

Asimismo, Stretta reduce significativamente los síntomas mejorando la calidad de vida de los pacientes con reflujo crónico sin alterar la anatomía del organismo, además no se introducen sustancias extrañas en el cuerpo.

Cabe destacar que este tratamiento ha sido comprobado en más de 20 mil pacientes con ERGE y el 86 por ciento de los casos tratados dejaron sus medicamentos después de un periodo de seis meses, manteniendo su efectividad hasta por 10 años.

Es así como diversos estudios demuestran un alto índice de efectividad y durabilidad de Stretta previniendo complicaciones frecuentes que derivan en una cirugía, además de una reducción significativa de costos por el uso de tratamientos prolongados que no ofrecen una solución definitiva.