Cerrará sus puertas Puente Grande el palacio personal del Chapo Guzmán.

Los reclusos serán trasladas a otras cárceles, y los empleados serán reubicados.

El Gobierno Federal informó en el Diario Oficial de la Nación (DOF) la desincorporación del Sistema Penitenciario Federal al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 2 “Occidente”, ubicado en Puente Grande, Jalisco.

El acuerdo está firmado por Alfonso Durazo Montaño, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, y entra en vigor este lunes 28 de septiembre.

La Secretaría de Seguridad será la encargada de determinar en que se ocuparan las instalaciones de Puente Grande, una de las penitenciarías consideradas de alta seguridad en el país y sitio de donde escapó Joaquín “Chapo” Guzmán Loera, fundador del cártel de Sinaloa, en enero del 2001.

En el documento se especifica que las personas privadas de su libertad que se encuentran en el centro penitenciario serán trasladas a otras cárceles, situación que será determinada por el Comisionado de Prevención y Readaptación Social.

Entre los presos están: Miguel Ángel Félix Gallardo, conocido como el Jefe de Jefes, y uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara; Jesús Alfredo Beltrán Guzmán, conocido como El Mochomito, es hijo de Alfredo Beltrán Leyva y sobrino de Joaquín Guzmán Loera; Israel Vallarta, presunto líder del grupo delictivo de los Zodiaco, entre otros.

En el caso de las personas que laboran en dicha prisión también serán reubicados a otros centros penitenciarios y según “las necesidades del servicio de la institución”.

Mientras que en caso de los recursos materiales y financieros se indica que “el Comisionado de Prevención y Readaptación Social, a través de la Dirección General de Administración de Prevención y Readaptación Social, realizará las acciones conducentes para el destino final de los bienes muebles pertenecientes al Centro Federal, haciendo uso de los recursos materiales, financieros y humanos que sean necesarios para tal fin”.

El líder del Cártel de Sinaloa fue detenido por su presunta participación en el crimen del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en 1993, y fue recluido en junio en la cárcel de máxima seguridad de Almoloya de Juárez (ahora del Altiplano).

Tras una estancia de ochos años en Puente Grande, Joaquín Guzmán fugó del penal de máxima seguridad el viernes 19 de enero del 2001. El narcotraficante salió en un carrito en el que se transportaba ropa sucia y con ayuda del personal libró seis controles de seguridad. Previamente, desconectó el sistema de circuito cerrado de la penitenciaría.

Lo anterior significó su primera fuga de las dos ocasiones que escapó de las autoridades mexicanas.

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