Por las buenas o por las malas: Luchadores concientizan sobre el uso del cubrebocas

La iniciativa forma parte de una campaña del Instituto de la Juventud de la Ciudad de México para promover la aplicación de los protocolos sanitarios.

Por las buenas o por las malas: Luchadores concientizan sobre el uso del cubrebocas
EFE Por las buenas o por las malas: Luchadores concientizan sobre el uso del cubrebocas

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El Bandido y otros ocho profesionales de la lucha libre cambiaron el ring por los vagones del metro, donde se cercioraron de que sus millones de usuarios llevaran cubrebocas para derrotar a la pandemia del coronavirus.

Irrumpieron en las instalaciones entre piruetas y repartieron cubrebocas, gel antibacterial y desinfectante e incluso escarmentando, sin pasarse de fuerza, a los incumplidores.

"Estamos haciendo conciencia a toda esta gente que todavía dice que no existe el coronavirus. Venimos con cubrebocas, sanitizante y todas las medidas de seguridad que deben de haber en el metro para cuidarnos", dijo el Bandido, vestido con un traje de lentejuelas doradas. 

La iniciativa forma parte de una campaña del Instituto de la Juventud de la Ciudad de México para promover el uso del cubrebocas, que consiste en persuadir con humor a aquellos que todavía se resisten a portarlo o que lo llevan mal puesto.

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En días pasados estuvieron en la Zona Rosa de la capital, en la Central de Abasto, considerado el mercado más grande de América Latina, y en el Mercado de Jamaica, también en la capital.

Próximamente visitarán La Viga, mercado que se abarrota cada Semana Santa de familias comprando pescado.

"Hay gente que sí se enoja y otros se lo toman a juego", comentó entre risas el Bandido, quien, con 10 años de experiencia en la lucha libre, se confesó impresionado porque la inmensa mayoría de los usuarios del metro sí llevan cubrebocas.

Aunque no faltaron algunos sin cubrebocas o mal puesto, los luchadores no se limitaban en el escarmiento: les colocaban uno, los rociaban con desinfectante y, en algunos casos, lo manteaban varias veces. "Así no se le olvidará ponérselo", les decían. 


BUENA RECEPCIÓN DEL PÚBLICO

En cambio, los cumplidores, que son la mayoría de los cinco millones de personas que a diario se suben al metro de la Ciudad de México, recibían con admiración a los justicieros enmascarados y pedían tomarse fotos con ellos.

Uno de los admiradores era José Antonio Godínez, a quien antes del cierre por la pandemia le gustaba acudir a la arena de lucha libre "para desahogarse lo que no se puede en casa".

Este trabajador de una farmacia celebró la iniciativa de los luchadores, aunque subrayó que cuidarse "es responsabilidad de uno mismo" y lamentó que muchos en el metro se quitan la mascarilla para comer.

"Creo que los luchadores son una gente súper importante en México, entonces afortunadamente hemos tenido buena respuesta de la gente y nos apoyan con el uso del cubrebocas", contó Therius, una luchadora con mallas verdes encargada de recorrer los vagones exclusivos para mujeres.

Efectivamente, la lucha contra la pandemia continúa: México es el tercer país del mundo en número de fallecidos, por detrás de Estados Unidos y Brasil.