Antropólogos afirman que solo traerá beneficios a unos cuantos automovilistas Miguel HERNÁNDEZ OPOSITORES AL viaducto Ignacio Zaragoza insistieron en que se detenga la construcción de esa obra, que es un capricho del gobierno estatal, ya que por donde se haga a lo largo del bulevar 5 de Mayo y San Francisco, existen vestigios que deben cuidarse pese a lo que se diga de modernizar a la capital del estado. Ayer, en rueda de prensa, las antropólogas Ana María Ashwell, Rosalba Loreto y Monserrat Gali, coincidieron en decir que la obra no puede avanzar más al quedar al descubierto lo que fue el sistema hídrico del río San Francisco, que de recuperarse puede representar un atractivo para los turistas, con respecto a cómo era la ciudad antes de entubarse el afluente. Indicaron que el paso a desnivel que se hace sobre el bulevar 5 de Mayo frente al estacionamiento del hospital del IMSS de San José, solo trae beneficios a unos cuantos automovilistas, por lo que su impacto no es mayor con respecto a lo que puede representar en materia arquitectónica. Los vestigios datan de 1608 y forman parte del sistema hídrico completo que recorre todo el bulevar. Aunque Rosalba Loreto reconoció que no se dañaron estos restos cuando fue descubierto con las excavaciones del paso a desnivel, exigió que el proyecto ya no se ejecute al estar demostrado que “hay más de la historia enterrada de Puebla que desea salir a la luz pública”. Insistió que ahora los restos no se pueden volver a sepultar, sino al contrario, deben integrarse a un programa de patrimonio de la capital para darse a conocer a los poblaos y los turistas. Ana María Ashwell exigió que la creación de un proyecto integral para incluir en las obras del viaducto Ignacio Zaragoza la preservación y el mantenimiento de los vestigios históricos encontrados. En su intervención, Monserrat Gali dijo que una encuesta realizada por una empresa afirma que el 76% de los poblanos no quiere la obra del viaducto, al solo beneficiar a la minoría que tiene automóvil.