Lo esperaron por más de una hora y salieron del lugar en cuanto pudieron Miguel HERNÁNDEZ EL PRESIDENTE, Felipe Calderón Hinojosa tuvo que dar su discurso ante un reducido grupo de asistentes en la reunión anual de la Cruz Roja, celebrada en el Centro Expositor, debido a que los invitados se cansaron de esperarlo por más de una hora. Ayer, el mandatario de la nación realizó una gira de trabajo por la entidad, primeramente en el municipio de Tetela de Ocampo, donde reinauguró el Hospital Integral y levantó la bandera blanca al cumplirse con el 100% de la cobertura universal. Además que cortó el listón de la culminación de trabajos del tramo carretero Cuetzalan-Mazatepec. El último punto de su visita sería el Centro Expositor de la zona de los fuertes de Loreto y Guadalupe, que desde las primeras horas de la mañana sus alrededores fueron acordonados por el Estado Mayor Presidencial, que sólo permitió el paso a personal autorizado y quien tuviera invitaciones. Algunos voluntarios fueron citados con cuatro horas de anticipación al evento de la Cruz Roja, invitados especiales desde las 12:00 y la prensa llevada en autobuses al recinto desde las 13:00 horas. Los asistentes en un principio tenían el ánimo al 100%, de que el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas y el presidente Felipe Calderón estuvieran en el convite organizado por la institución al que se calcula llegaron más de 500 invitados encabezados por los altos directivos nacionales e internacionales. Conforme se fue aproximando la hora -13:45 horas- , los invitados empezaron a mostrar su entusiasmo desde sus asientos que les fueron asignados y que al llegarse la hora de iniciarse el evento sin que las autoridades dieran señales de estar cerca, la situación se volvió incomoda para algunos, quienes ya no sabían cómo entretenerse, ya que por ordenes del Estado Mayor nadie podía salir o entrar del recinto. Galenos, paramédicos, enfermeras, camilleros y damas del voluntariado que llevaron sus vestimentas impecables para la ocasión, comenzaron a pararse de sus lugares para dirigirse a las explanadas, ya que había pasado más de una hora sin que llegará Calderón Hinojosa. Aunque se trató de una comida, los asistentes tuvieron que esperar hasta que llegaron las autoridades para que les empezaran a servir los alimentos, al tomar la palabra el presidente de México, muchos se apuraron a comer para salirse del salón, mientras estaba el evento. La molestia de la gente fue que los citaran tan temprano y el evento se retrasó demasiado tiempo. Los pocos que se quedaron, resignados, escucharon los discursos de las autoridades, uno de ellos del presidente internacional de Cruz Roja, Tadateru Konoe. No obstante, el mandatario de la nación sostuvo que la convención 45 celebrada en esta capital fue la más grande del país, al tiempo de reconocer su esfuerzo. |