| *No cumplen maestros y autoridades, ni los padres de familia y mucho menos los vendedores ambulantes Miguel HERNÁNDEZ Karina ÁLVAREZ LA ASOCIACIÓN Estatal de Padres de Familia señaló que no ha recibido quejas en torno a que sigue la venta de comida chatarra dentro y fuera de las escuelas poblanas, pese a la normativa oficial que marcó la Secretaría de Educación Pública (SEP); sin embargo, lo que sí tiene son denuncias contra directores que permiten el ingreso de vendedores ambulantes a los planteles. Alejandro Águila Argüelles, presidente de esta organización dijo a El Popular, diario imparcial de Puebla, que no se han presentado casos de irregularidades por el incumplimiento de retirarse alimentos altos en grasas y azúcares, o al menos los comités de paterfamilias ni siquiera han notificado esa situación al darle más importancia a otros temas en la agenda, como son las inscripciones o el cobro excesivos de cuotas. No obstante, reveló que se tienen seis escuelas identificadas en la entidad, una de ellas la “Margarita Maza de Juárez” en el poniente de la capital poblana, donde el director permite que vendedores ambulantes ingresen a vender sus productos con el pretexto de que sólo compran los maestros. Señaló que este tipo de situaciones son en las que están enfocados en resolver para que haya sanciones a quienes incumplen con la norma nacional de no vender comida chatarra. Dijo que con el ayuntamiento de Puebla están trabajando en establecer una reglamentación para que los vendedores informales no estén afuera de los planteles, sino en una zona de tolerancia. El dirigente reconoció que a los propios progenitores ha costado trabajo acoplarse a la disposición de cambiar los hábitos alimenticios de sus hijos, a quienes acostumbraban a dar 10 pesos para que se comprarán algún producto a la hora del recreo; sin embargo, se ha generado la participación de la gran mayoría. No obstante, aclaró que en las más de 11 mil escuelas, desde preescolar hasta bachillerato, no todas tienen tienditas, pues sólo unas 4 mil contarían con alguna, mientras que en las demás, padres de familia llevan lunch a la hora del recreo a sus hijos. Asimismo, advirtió que la SEP no se daría abasto para hacer todas las supervisiones a los planteles para certificar que prohíban la venta de frituras, dulces y bebidas gaseosas, por lo que es responsabilidad de los progenitores y de los directivos participar en reducir esta venta. Nada cambia en escuelas En muchas escuelas de educación básica cercanas al centro de la capital, cuentan con vendimia chatarra a sus afueras. Se trata de las escuelas “José María Lafragua”, el Instituto Angelopolitano, Héroes de la Reforma, entre otras, en donde diferentes personas llegan con hieleras y carritos repletos de chicharrines y fruta con chile para ofrecerles a los menores. El Popular, diario imparcial de Puebla hizo un recurrido, donde se pudo constatar que las escuelas aún no cumplen con el requerimiento de la SEP estatal para evitar este tipo de productos, que los menores consumen, principalmente, a la hora de su salida. Los comerciantes, conocedores de esta situación, se las han ingeniado para realizar sus ventas, ya que muchos de ellos llegan con pequeñas hieleras cerradas o con diablitos y cajas llenas de comida chatarra. Una bolsita de chicharrines cuesta entre cinco y 10 pesos, costo muy accesible para los menores. Tan sólo en la primaria Héroes de la Reforma, minutos antes de la hora de la salida, que por el momento es a las 13:00 horas, ya hay varios vendedores con canastas llenas de productos chatarra; otros venden bolis o congeladas, que son sumamente dulces; hay otras que venden paletas de jícama con chile; helados; tacos de canasta, y demás, que se pueden adquirir a precios muy baratos. Pero eso sí, antes de las 13:30 ya no hay nadie. Lo único que confiesa el delito, es la basura que queda sobre las aceras de las escuelas, pues los niños tiran sus bolsas vacías de los chicharrones o de cualquier otro producto que hayan consumido. |