** Habitantes se trasladan a la capital para denunciar que el candidato del PAN por la alcaldía es el “pez gordo” de la empresa encargada del proyecto de la hidroeléctrica Carlos ROCHA  UN GRUPO de totonacas procedentes de la Sierra de Puebla se trasladó a la capital para denunciar que el candidato del PAN en ese municipio, Cutberto Sánchez Arroyo, es el “pez gordo” de Grupo México, empresa que pretende construir una hidroeléctrica en esta zona. Augusto González Rodríguez, de la cabecera municipal en Olintla, José Francisco García y Cristóbal Tino Salazar, de la Junta auxiliar de Ignacio Zaragoza, y Rodolfo Rico Cortés destacaron ayer que el cambio de alcalde es el mejor momento para la intromisión de una empresa privada a pesar de la renuencia de los pobladores. “Estas elecciones son importantes para Grupo México, de Germán Larrea, porque le servirán para tratar de legitimar la pretendida imposición de su hidroeléctrica en Olintla”, refirió Rodolfo Rico. Ante el futuro conflictivo, comprometieron al ganador del proceso electoral, para que tenga congruencia de no corromperse a los millones de pesos y presiones del propietario de la empresa privada. En representación de los habitantes de esta zona, 90 por ciento indígenas, argumentaron que tienen serias sospechas de que el todavía alcalde, Héctor Arroyo Bonilla, está en contubernio con el Grupo México. Además indicaron que es probable que alentó a la turba que secuestró a 70 activistas y habitantes de Olintla en la junta auxiliar Ignacio Zaragoza en enero pasado, y apoya de forma evidente a su compañero de partido Cutberto Sánchez Arroyo. Embestida neoliberal Los serranos que argumentaron ser parte de la asociación Maktum Kalaw Chuchut Sipi -que quiere decir “unidos todos como pueblos”- hicieron un llamado a las organizaciones democráticas e independientes para frenar lo que consideraron una embestida neoliberal. Con este escenario explicaron que se suman a la lucha de sus hermanos de la sierra poblana en contra de la imposición de proyectos hidroeléctricos, mineros, carreteros, eólicos de gasoductos que provocarán graves afectaciones al medio ambiente. Cuestionados sobre si temían por sus vidas, los originarios de la Sierra aceptaron que al hacer esta lucha noble están cocientes que pisotean intereses de poderosos. Por lo anterior, hicieron responsables a los tres niveles de gobierno de la integridad física, psicológica y moral de las comunidades afectadas, así como personas y organizaciones solidarias con la lucha contra la construcción de la hidroeléctrica. “Esto nadie nos lo va a resolver. Al participar en esto nos buscamos enemigos, pero ellos nos quieren chingar”, resumió uno de los miembros de Maktum Kalaw. |