David PORTILLO  Alrededor de ocho familias, por cada unidad de transporte público que dejará de circular por la 11 Norte-Sur, debido a la inminente entrada de la Línea 2 de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA), se verán afectadas en su ingreso diario. Lo anterior se traduce en que 7 mil 200 hogares perderán su fuente de ingresos, tomando en cuenta que aproximadamente 900 unidades serán retiradas de la 11 Norte-Sur, señaló el presidente de la organización de transportistas de Puebla, Ignacio Morales. Asimismo, dijo que han recibido amenazas directas por parte del gobierno estatal sobre los propietarios de unidades, así como concesionarios. Además de revelar que 18 choferes entre la ruta 1 y Galgos del Sur se encuentran reclusos en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel por haber participado en un paro sobre el Periférico. “El gobierno nos está quitando nuestro patrimonio que nos ha costado mucho trabajo mantenerlo, esta lucha la estamos haciendo desde hace 50 años”, refirió. Agregó que este lunes tendrían una reunión con los delegados del sistema RUTA para definir cómo quedarían los trayectos de aquellas unidades que circularían por el Periférico y calles aledañas a la 11 Norte-Sur. Cabe recordar que entre las rutas que se verán afectadas son la 1, 12, 14, 14 A, 41 Amalucan, Galgos del sur, Agua azul, Mayorazgo, Castillotla-Capu, 33, San Ramón-Capu, San Ramón-Central de Abasto y Azumiatla-Capu. Ante tal situación, se creó un carril confinado para 78 autobuses articulados para 160 pasajeros, 44 convencionales para 100 personas y 156 más con capacidad para 40 personas y que fungirán como rutas alimentadoras. En este sentido, Ignacio Morales sentenció que dichas unidades no cumplirán con las necesidades de los usuarios, al hacer referencia que las existentes en la primera RUTA son insuficientes para los ciudadanos, quienes tienen que esperar hasta 20 minutos para abordar el sistema articulado o alimentadoras. |