| Antonio Víctor Montes Contreras permaneció recluido en el penal de San Pedro Cholula por un mes; aún se desconocen las causas de su muerte Carlos ROCHA Antonio Víctor Montes Contreras, de 55 años, nunca se repuso del mes que estuvo recluido en la cárcel de San Pedro Cholula, a donde fue trasladado después del desalojo violento de manifestantes de Chalchihuapan el 9 de julio de 2014, y este martes murió tras permanecer una semana en coma, pues sufría de ataques de ansiedad y crisis nerviosas. El próximo sábado su cuerpo será enterrado en el panteón de San Bernardino Chalchihuapan, donde también descansan los restos del niño de 13 años, José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, quien murió 10 días después de haber recibido un impacto de proyectil en la cabeza, disparado por elementos de la Policía Estatal Preventiva el día de la refriega contra los manifestantes que protestaban por el regreso del Registro Civil a su comunidad. Las causas de su muerte aún se desconocen y en consecuencia su cuerpo permaneció dos días en el Servicio Médico Forense (Semefo), según relató este jueves su hermana, Lourdes Montes, mientras preparaba el patio de su casa para recibir y velar el cuerpo de su hermano que llegó después del mediodía de ayer. Dentro de lo poco que pudo informar la familia, en el contexto de su dolor, dijo Antonio cayó mientras hacía una reparación en los espacios públicos de esta junta auxiliar. Lo que tienen claro es que tuvo muchas complicaciones de salud tras su estancia en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Cholula. “Después de que lo liberaron ya no fue el mismo. Se le subió la presión. Estaba como ido. Entró en depresión”, agregó su hermana Lourdes. Mientras llegaban arreglos florales y acudía gente del pueblo a dar el pésame, Lourdes concluyó la breve entrevista al decir que el desalojo de la autopista cambió la vida de la familia, como la de casi todo el pueblo. Salió por falta de pruebas Antonio Víctor Montes Contreras estuvo preso junto con Félix Xelhua Montes, Santiago Pérez Tamayo y Sergio Clemente Jiménez Tecalero, quienes fueron detenidos alrededor de las 15 horas del 9 de julio de 2014. Días después de su detención, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) los señaló por delitos contra la autoridad, motín, resistencia de particulares, lesiones, daño en propiedad ajena y tentativa de homicidio. El 6 de agosto quedaron en libertad los cuatro detenidos tras el “desvanecimiento de datos para acreditar su responsabilidad en los actos”. Aún así, se les siguió un proceso por los delitos de ataques a las vías de comunicación y a la seguridad en los medios de transporte, por los cuales salieron libres bajo caución y tras pagar una fianza de 7 mil pesos para poder seguir el proceso jurídico en libertad. El día de su liberación el abogado defensor de los cuatro detenidos, Raúl Rodríguez de la Fuente, aclaró que ni la PGJ ni el Poder Judicial les obsequió nada, pues la defensa desde un inicio advirtió que no había pruebas de los delitos que se les imputaban a sus clientes. Detenido por
cruzar la autopista Después de su liberación, el hombre que este viernes es velado en su domicilio, informó en entrevista que ese día, cuando llegaron al menos 400 policías, se dirigía hacia el bachillerato para preguntar cuestiones escolares de su hijo, por lo cual tuvo que cruzar el puente durante la manifestación. Recordó que por su gran estatura fue detenido hasta por seis elementos que tras golpearlo lo cargaron hasta una camioneta en donde lo amarraron con las manos detrás, con una cuerda. En la entrevista que concedió también precisó que “por ir rezongando” que no había hecho nada, le siguieron golpeando con los escudos que portaban los uniformados, hasta que recibió un fuerte golpe en el estómago que finalmente “lo puso quieto”. En la declaración que dio ese día a medios de comunicación, narró que permanecieron más de 24 horas en las instalaciones de la PGJ, en donde un agente del Ministerio Público le exigía que le dijera quién echó los cohetes contra los manifestantes. “Yo le dije ‘cómo voy a decir si no estuve en el acto’, pero nos decían ‘ustedes digan la verdad, si no ahorita se los lleva la chingada’”, dijo el 12 de agosto tras haber salido de prisión. Señaló que la insistencia era para que acusaran a varios vecinos, incluido al presidente auxiliar de Chalchihuapan, Jairo Javier Montes Bautista, quien también fue recluido por los mismos hechos del 9 de julio en el kilómetro 14 de la autopista Puebla-Atlixco. |
