Mario GALEANA  A pesar de las enormes contribuciones que la mujer tiene en la economía actual, no existe el apoyo que debería tener en términos de capacitación y acceso a todos los niveles educativos, además de las causas culturales que, de una u otra forma, han detenido su crecimiento, concluyeron investigadores en psicología y economía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). Por ejemplo, cerca del 25 por ciento de los empleadores a nivel nacional son féminas y por lo menos 45 por ciento de la tasa de participación laboral es cubierto por ellas; dentro del núcleo familiar, a la mujer se le sigue viendo como “incapaz”, indicó el investigador de la Facultad de Economía, Marcos Gutiérrez Barrón. En América Latina, de acuerdo con cifras del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), la inclusión de las mujeres a la vida económica ha reducido hasta en un 30 por ciento los niveles de pobreza. “De los 2 millones 117 mil empleadores en México, 404 mil 790 son mujeres. Cada vez la participación de la mujer como empresaria se está incrementando, sin embargo, al interior de la familia la mujer es considerada como poco capaz para desarrollar un doble papel, dentro de la economía y dentro de la familia”, indicó Gutiérrez Barón. Agregó que alrededor de 45 por ciento de la participación laboral es de la mujer y, sobre todo, en edades de entre 25 y 34 años, donde presentan características de mayor “productividad, eficiencia y creatividad”. No obstante, el investigador apuntó que la mujer aún vive un proceso de “estigmatización”, el cual le ha impedido acceder a ciertos trabajos que se consideran como “pesados” para ellas, como el rubro de la industria. Limitantes en educación y tabúes Por otra parte, la investigadora de la Facultad de Psicología, Dulce María Pérez Torres, agregó que principalmente en las zonas rurales del estado la mujer sigue estando relegada de los distintos niveles de educación. “En las comunidades rurales, por ejemplo, si 50 niñas empiezan la escuela primaria sólo 20 se gradúan. Se les manda al trabajo doméstico, a hacer tortillas, mientras que los niños sí continúan su educación”, apuntó. Pérez Torres indicó que, además, la sexualidad femenina se encuentra llena de tabúes que han impedido la autoexploración de la mujer y que, a su vez, han derivado en el desarrollo de cáncer intrauterino y de mama. “A pesar de las campañas sanitarias, no han logrado disminuirse (los tipos de cáncer), debido a que las mujeres desconocen cuestiones de su cuerpo y su desarrollo”, concluyó la investigadora. |