Especialistas señalan deficiencias en cuatro aspectos básicos: agua, suelo, seguridad y alimentación; de no atenderse estas áreas se desencadenarían conflictos sociales, apuntan Carlos ROCHA  En la zona conurbada de Puebla, sus pobladores enfrentan una difícil realidad: casi la mitad de la población está sumida en la pobreza alimentaria, el agua potable está a punto de ser insuficiente y podría detonar conflictos sociales; asimismo, la mitad de los desechos que se generan son orgánicos y aún así no se aprovechan. Para rematar, la inseguridad en la zona metropolitana va al alza pese a que cada vez se destinan más recursos para el combate a la delincuencia. Estos elementos han convertido a la ciudad de Puebla y la zona metropolitana en un archipiélago de comunidades que a pesar de compartir problemáticas paralelas, son abordadas con enfoques distintos o a veces ni siquiera se atienden, coincidieron en afirmar especialistas durante el foro Crisis Socio-Ambiental en la Zona Conurbada de la Ciudad de Puebla, que se desarrolló este miércoles en la Universidad Iberoamericana. Arrasa carencia alimentaria Si bien cada uno de los especialistas destacó las carencias y necesidades para desarrollar políticas públicas enfocadas en la materia, el investigador de la Universidad Autónoma de Chapingo, Gildardo Espinoza Sánchez, expuso datos que fueron demoledores: el 45 por ciento de la población que habita en la zona metropolitana de Puebla tiene carencia alimentaria, además de las 80 mil hectáreas que se siembran cada temporada, sólo 43 mil se cosechan y existe un déficit de medio millón de toneladas de maíz que es sustituido, en su mayoría, por maíz transgénico o productos enlatados. “El dato del 45 por ciento de carencia alimentaria de la población es directamente del estudio que presentó el Coneval en 2005 y es el dato más reciente. Sabemos que no lo han actualizado porque el porcentaje de población se ha incrementado hasta llegar a ser penoso”, comentó. Al precisar que algunas poblaciones del centro del estado forman parte de la estrategia de la Cruzada Nacional contra el Hambre, Gildardo Espinoza opinó que el programa ha sido un fracaso pues sólo tiene propósitos “escondidos” y hasta el momento los resultados no corresponden con lo que se plantea y mucho menos con lo que se hace. “La única forma de minimizar la carencia alimentaria es hacer que el pueblo se convierta productivo, impulsar la producción de alimentos y si no se quiere reconocer la carencia alimentaria se demuestra con los porcentajes de siembra y cosecha”, apuntó. Olvidan seguridad pública El encargado de abordar el tema de la seguridad en la metrópoli fue Alberto Hidalgo Vigueras, exsecretario de Seguridad Pública en el municipio de Puebla y actual rector del Instituto Mexicano de Investigación y Desarrollo en Ciencias Policiales, quien consideró que a los ayuntamientos de esta franja sólo les interesan los temas de límites territoriales, sin embargo, se olvidan de la seguridad en estas zonas. Así, el académico destacó que en materia de seguridad el problema detona al reconocer que sólo existen mil 548 elementos policiales para vigilar seis municipios, los cuales son Puebla, Amozoc, Cuautlancingo, San Pedro, San Andrés Cholula y Santa Clara Ocoyucan. Además, subrayó que en gran medida la inseguridad se debe a la cerrazón de las autoridades, quienes consideran que en el estado todo lo que pasa son “hechos aislados”. “Díganle a las mujeres que violan, a los maridos de esas mujeres, a las familias de las mujeres desaparecidas, a los empresarios que les roban y a los policías que mueren en el ejercicio de su labor que todo lo que les pasa son hechos aislados. A ver qué les dicen”, ejemplificó el también exmilitar y policía. Escasez de agua provocará conflictos Lorenzo Pérez Arenas, sociólogo investigador en temas del agua de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), previó que unos años el líquido en la región centro del estado provocará conflictos sociales. De hecho apuntó que ya se empiezan a visualizar destellos de este problema en comunidades como Santa María Acuexcomac y San Buenaventura Nealtican, ubicadas a las faldas del volcán Popocatépetl, sitios donde jamás habían tenido escasez del líquido y ahora lo padecen porque sus tomas han sido desviadas para abastecer la capital del estado. Así, el investigador señaló que el conflicto sobre el vital líquido radica en una mala planeación y ejecución de políticas públicas. El mejor ejemplo, abundó, son los millones de pesos que destinaron para sanear el Lago de Valsequillo y el río Atoyac, los cuales no muestran mejoría. “Las autoridades no se han dado cuenta que para lograr esto es necesario atender el origen, esto significa comenzar a tratar la cuenca del río Balsas, mismo que abastece a varios estados de la República”, recomendó. Desaprovechamiento de suelos Por su parte, Óscar Soto Badillo, doctor en Ciudad, Territorio y Patrimonio, abordó el tema de saturación que existe en el área metropolitana, aseguró que Puebla es la ciudad que peor utiliza su suelo derivado de la obsoleta metodología de planeación urbana. “El hecho de utilizar el suelo como capital político en campañas electorales ha generado que su uso sea fácil de modificar, es decir, hoy todo proceso de asentamiento irregular es regulatorio, sólo es cuestión de tiempo y dinero. Mientras el estado no tome su eje rector sólo seguirá fungiendo como un prestador de servicios”, afirmó. En tanto, el académico y especialista en aprovechamiento en temas de desechos, Francisco Romero Levet, expuso que de las 2 mil toneladas diarias de basura que se recaban en toda la zona metropolitana, la mitad son desechos orgánicos los cuales no son aprovechados por los ayuntamientos ni por las empresas concesionadas para el servicio de limpia. “El tema de los desechos sólidos no se puede hacer basándose en ocurrencias, pero cada tres años lo único que se hace es pintar de colores los botes de basura y eso no resuelve el problema que se tiene, como saber que el relleno sanitario de Chiltepeque ha llegado a su límite”, finalizó. |