El obispo de la Diócesis de Tehuacán, Rodrigo Aguilar, pide trabajar más por la infancia, pues la vida moderna orilla a los padres de familia a descuidar a sus hijos Patricia FLORES Corresponsal  En el marco del Día del Niño, celebrado hoy 30 de abril, el obispo de la Diócesis de Tehuacán, Rodrigo Aguilar Martínez, urgió a atender “a los niños, que son la primavera de la vida”, pues la instrucción que reciban los ayudará a formarse con valores. Dijo que a diferencia de años anteriores hay más respeto hacia los infantes, además de que se conocen sus derechos, por esto pidió que todos presten atención a ellos, no sólo en la familia, sino en asociaciones civiles y eclesiásticas, entre otras, pues ayudarlos a crecer contribuirá a su formación psicológica y espiritual. “Lo que se hace por los niños es sembrar para su futuro”, señaló, ya que mientras más estable sea la vida de un pequeño se logrará “mucho más en valores humanos y cristianos; si queremos restablecer el tejido social es necesario atender a los niños y jóvenes”. Asimismo, destacó que es importante el diálogo entre generaciones y conminó a los ciudadanos a comunicarse con los niños: “El Día del Niño debemos usarlo para que entremos en comunión”. Agregó que los adultos son compañeros de vida de los infantes, lo que debe emplearse para la verdad y el bien. Además, pidió a los padres que en la medida de lo posible no dejen a los menores solos, pues la vida moderna exige a los tutores buscar el sustento familiar y el no estar al pendiente de los infantes ha causado desgracias. Sin embargo, el prelado reconoció que en algunos casos, cuando los infantes se quedan al cuidado de alguien más, se pueden hacer más responsables de sí mismos. |