| Debido a que no se ha modificado el Código Civil, las parejas de homosexuales son invisibles ante la ley y las instituciones Carlos ROCHA El decreto de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo como constitucionales, está lejos de aterrizar en Puebla. Así lo sabe, lo vive y lo expresa Gabriela Cortés, quien pese a vivir con su novia desde hace tiempo, hoy en día no pueden ser reconocidas como familia ante instituciones gubernamentales, particulares y ni siquiera en la calle. Por lo anterior considera que la jurisprudencia 43/2015 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), fue un triunfo efímero, pues todavía falta que el Congreso del estado legisle para que modifique el CódigoCivil de Puebla. Al llegar al Poder Legislativo local es cuando la jurisprudencia se traba, consideró, pues no es la primera vez que se le exhorta al Congreso local para que legisle en materia civil. Es más, Gabriela calificó a la actual Legislatura como un Congreso “homofóbico”, el cual vela por sus intereses y no por los de la ciudadanía que los exige. Gabriela, quien además es activista a favor de los derechos de la mujer en la asociación El Taller, fue una de las 30 personas homosexuales que en octubre pasado presentaron un amparo ante el Poder Judicial para contraer matrimonio en Puebla. “La última respuesta que se tuvo por parte del juez fue que sobreseyó el caso, pues dijo que no era importante y no se podía comprobar que las 30 personas fuéramos homosexuales”, dijo. Hasta la fecha, el amparo continúa por la ruta legal, pero ella sabe que si el día de hoy acude ante un juez para que la case con su pareja, la autoridad se exhibiría como imposibilitada para poder hacerlo, ya que no existe ley poblana que lo permita, a pesar de que la Suprema Corte ya lo haya avalado. “Para mí como mujer lesbiana ha sido una cuestión mediática y no me garantiza que mis derechos humanos se van a respetar y que afuera la gente ya no me va a discriminar”. Por ello, Gabriela definió su concubinato como invisible ante la sociedad, la ley y las instituciones. “Si tengo que ir al Seguro Social o me tienen que internar, no reconocen a mi pareja como un familiar, tampoco en instituciones particulares”, dijo. Pero la activista a favor de los derechos de la mujer fue más allá y recordó que así como está pendiente legislar en materia civil, también está el reconocimiento del día estatal en contra de la homofobia, el cual se aprobó desde el 2010 en el Congreso del estado, pero aún no ha sido decretado por el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas. “Hay cosas que ya hasta están aprobadas en el Congreso, pero mientras el estado no lo diga o no lo anuncie, mientras esas cosas no las anuncie esa persona es como si no existieran”, concluyó |
