Si estas criaturas de Dios no desean creer en él, ni obedecerlo, lo lamentamos; pero están en su derecho, afirma pastor cristiano Guillermo CASTILLO  Las personas homosexuales tienen derecho y libertad a unirse legalmente, pero esto no puede llamarse “matrimonio”, sostuvo Manuel Guzmán Pérez, pastor de la Comunidad Cristiana Obreros del Rey. En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, afirmó que las congregaciones evangélicas no odian ni juzgan a este sector de la población; pero eso no implica estar de acuerdo con la intención de usar un término ligado a “principios bíblicos”. “Si estas criaturas de Dios no desean creer en él, ni obedecerlo, lo lamentamos, pero están en su derecho, hay libertad en Cristo, que convivan según su deseo, pero que no se llame a estas uniones matrimonio, porque no lo son”, dijo. Argumentó que las parejas del mismo sexo no pueden cubrir las características establecidas en La Biblia, como la unión exclusiva entre un hombre y una sola mujer, o la posibilidad de procrear hijos. Por ello, dijo que en todo caso, una eventual legislación sobre el tema debería considerar la figura de “unión libre de personas asociadas”; aunque llamó a las autoridades a reflexionar sobre el tema. Les pidió no interferir con asuntos que calificó como “espirituales” y recordar que 68 millones de mexicanos han decidido vivir bajo el catolicismo, 22 millones en el cristianismo y 12 millones bajo otras denominaciones similares, y que sus derechos también deben ser respetados. “Hacemos un llamado a la Suprema Corte de Justicia (de la Nación) y al Congreso del Estado, a que legislen e interfieran en su poder sobre los asuntos naturales; pero no interfieran en los asuntos espirituales, que ellos no conocen y no están capacitados para discernir”. No casaremos a homosexuales Aunque la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sólo aplica para las decisiones de los jueces que enfrenten amparos relacionados con el matrimonio igualitario, Manuel Guzmán no descartó que en algún momento, se intente obligar a los ministros de culto a celebrar bodas de este tipo. Pronosticó que las autoridades intentarían extender la medida a través de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, que rige las actividades de todas las iglesias en el país. Sin embargo, advirtió que al menos 320 congregaciones evangélicas, unidas bajo el nombre de comunidades cristianas, no estarán dispuestas a cumplir con una orden de esa naturaleza y lo han dejado por escrito en un desplegado del cual este medio posee una copia. “No casaremos en nuestras Casas de Oración o Templos a quienes no quieren obedecer a Dios ni ser liberados por Él. La Biblia nos enseña que “es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres y si es necesario sufrir cárcel o martirio, lo sufriremos”, refiere el documento. Consecuencias fatales El también presidente de la asociación Desarrollo y Transformación de la Sociedad advirtió que permitir el matrimonio igualitario y a la adopción de menores, tendría “consecuencias fatales” para el país. Aseguró que se abriría la puerta a una sociedad promiscua y polígama, a que los menores estén expuestos a confusión social, además de un eventual crecimiento en enfermedades de transmisión sexual y padecimientos mentales. Todo lo anterior, dijo, como resultado de una “moda de desobedecer a Dios” y de que la autoridad haya sido “sorprendida” por sectores que le “han hecho entrar en lugares que no les corresponde”. Cuestionado sobre las medidas que las iglesias adheridas al desplegado tomarán de forma interna, Manuel Guzmán comentó que se ofrecerán cursos, talleres y congresos espirituales específicos para personas homosexuales. Lo anterior porque –aseveró– se han tenido casos de personas que han dejado atrás la homosexualidad como resultado de tener un acercamiento con Dios. |