Lucero HERNÁNDEZ La diferencia entre Puebla y Baja California Sur no es sólo territorial; mientras en el estado del norte el ingreso disponible por hogar asciende a más de 10 mil 600 pesos en Puebla es de 4 mil 917 pesos, el cuarto más bajo a nivel nacional. Esto coloca al tema del salario junto con el empleo, en los grandes pendientes en los que deben trabajar los actores de gobierno si lo que se busca es mejorar la calidad de vida y bienestar social. Un escenario de retos para Puebla es el que se presenta en el informe Midiendo el bienestar de los estados mexicanos que publica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el cual reúne las diferencias de vida de las entidades federativas, así como sus desigualdades que propician riesgos de que un ciudadano caiga en pobreza, reduzca su nivel de vida o trabaje en jornadas de más de ocho horas, todo a unos kilómetros de distancia. Un total de 12 variables revisó el OCDE para evaluar el bienestar en las diferentes entidades. Puebla presentó mayor declive en el rubro de ingresos económicos por ciudadano, al ubicarse en el penúltimo lugar nacional, es decir, las condiciones que garantizan salarios para una mejor calidad de vida son mínimos si se compara con el resto de los estados del país Justo en este aspecto Puebla presenta un desacelerado decrecimiento, donde los ingresos se han deteriorado, incluso por encima del promedio nacional. Por debajo de Puebla, sólo se encuentran los estados de Oaxaca, cuyo ingreso disponible en hogares es de 4 mil 693 pesos; y Guerrero con 4 mil 487 pesos y Chiapas con 3 mil 628 pesos. Por consecuencia, el empleo también se mantiene en un escenario crítico donde el 72 por ciento de su población económicamente activa se emplea bajo condiciones de informalidad, siendo éste un indicador que se ubica 14 pun-tos porcentuales arriba del promedio nacional. La pobreza se mantiene con números rojos, dos tercios de la población viven en condiciones de marginación, no obstante, la mayor advertencia se coloca en la alta tasa de mortalidad infantil, misma que coloca al estado en primer lugar nacional con el mayor número de casos, con una tasa de 28.2 por ciento, siendo que la media nacional es del 20.9 por ciento. La situación crítica que presenta Puebla se compensa con variables que presentaron mejoras, como es el caso de la accesibilidad a servicios para el periodo 2009 a 2014, específicamente en el caso de vivienda con servicios básicos que pasaron de una cobertura del 70 al 83 por ciento en dicho lapso. La educación y salud también presentaron mejoras, la última por el incremento en la esperanza de vida al nacer, lo que da a la entidad un nivel de calidad de vida de 61.3 puntos de 100 disponibles, y una satisfacción con la vida de 7.9 de 10 puntos. De acuerdo con el estudio, para una persona, la diferencia entre vivir en uno de los Estados con el peor desempeño, a uno de los lugares con el mejor desempeño, puede significar una probabilidad cuatro veces más alta de encontrarse en pobreza, cuatro años menos de esperanza de vida, una probabilidad siete veces mayor de abandonar la escuela, siete veces más probabilidades de trabajar muchas horas por un salario muy bajo, y una probabilidad tres veces más alta de sentirse inseguro en su propia localidad. |