Carlos ROCHA  Moreno Valle salió corriendo; acaparó miradas y cámaras. Detrás de él, ya con la atención desviada y a paso lento, salió Max Cortázar, director de Comunicación Social del gobierno del estado y quien ocupara el mismo puesto en la presidencia de la República durante el mandato de Felipe Calderón. Como nunca, el gobernador de Puebla ofreció una conferencia de prensa en Casa Puebla donde reconoció que el pasado lunes en el municipio de Ajalpan ocurrieron hechos condenables. Recordó que hace dos días se perdió la paz, el orden y la seguridad en los bienes, e incluso también se perdió la vida de dos personas en un linchamiento. Pero acusó que las autoridades municipales que se vieron rebasadas por la población. Mientras el mandatario hablaba, solo frente a la prensa, Cortázar se paseaba al costado derecho del auditorio improvisado en la casa del gobernador, observando cómo lo hacía su jefe. Después dar lectura, a través del par de telepromters, a los hechos sucedidos en la región de Tehuacán, Rafael Moreno Valle anunció que decidió, en un acto sin precedentes en el estado, asumir el mando de la seguridad pública del municipio. “Esta facultad comprenderá todo el territorio del municipio de Ajalpan y se ejercerá a través del director general de la Policía Estatal Preventiva, Anuar Fernández Redondo, a quien he nombrado delegado para tales efectos”, siguió. En su discurso, el gobernador informó que se llevó a cabo un operativo coordinado con fuerzas federales y se tomó el mando de la Policía Municipal. Con una voz tenue y paciente, el mandatario justificó que la seguridad en los municipios en materia de seguridad está contemplada en el artículo 115 de la Constitución Mexicana y su correlativo en la Constitución local, en donde se establece que el presidente municipal tiene como obligación ejercer el mando inmediato de los cuerpos de seguridad en territorio del municipio así como asegurar el disfrute de los bienes, posesiones y derechos de las personas que se encuentren dentro del mismo. Tras advertir el fundamento legal, el mandatario indicó: “es claro que las autoridades municipales de Ajalpan no cumplieron con estas obligaciones”. Después de la advertencia contra Ajalpan, Moreno Valle volvió a mirar a Max quien continuaba con su paseo al costado del salón con los brazos cruzados y sólo de vez en cuando alzaba las cejas. Al regresar la mirada al teleprompter, el mandatario continuó: “hechos de barbarie, como los ocurridos el pasado 19 de octubre en Ajalpan, no tienen cabida en Puebla ni en ningún otro lugar de nuestro país”. Y volvió a hacer reseña a los hechos para recordar que “una turba enajenada por el enojo y la confusión haciendo uso de la violencia extrema término con la vida de José Abraham y de Rey David Copado Molina”. Al término de cuatro minutos de mensaje, Moreno Valle volvió a mirar a Max en un tono de aprobación y salió de nueva cuenta como entró: a paso largo, seguido de su jefe de Comunicación Social. |