Guillermo CASTILLO  El año 2015 ha sido un “punto de inflexión” en la lucha contra el cáncer, pues “se ha visto la luz” respecto a la posibilidad de curar a los pacientes, sostuvo Jorge Soto, creador de un método de detección rápida para esta enfermedad. Lo anterior, pese a señalar que el cáncer es una epidemia que representa una “batalla que se ha perdido a lo largo de la historia de la humanidad”; ya que las investigaciones mundiales apuntan a que 1 de cada 3 personas serán diagnosticadas con el mal. Al participar en Puebla en la Ciudad de las Ideas, señaló que 1 de cada cuatro seres humanos morirá por dicha enfermedad y en México, los tres tipos de cánceres con mayor impacto son los de mama, de próstata y cérvico-uterino. Refirió que las autoridades han desplegado amplias campañas de información y prevención; pero el problema aún se presenta cuando los pacientes llegan al sistema público de salud que ya está a su máxima capacidad y no pueden recibir atención inmediata. Mencionó que en su caso trabaja en la detección genética de los cánceres de pulmón y estómago, los cuales tienen una alta letalidad en México; ya que no son detectables en etapas tempranas. Por ello, busca el diseño de un dispositivo que sea de consumo doméstico y del tamaño de un iPad, el cual funcione para la localización focalizada de la enfermedad. Células madres vs cáncer Por su parte, el médico Alejandro Madrigal presentó un tratamiento a partir de las células madres, que son inyectadas a los pacientes después de recibir qimio y radio terapia. Explicó que esto consiste en “vaciar” la médula espinal del paciente a través de las terapias y “rellenarla” con una médula sana, generada de células de otro individuo, lo que genera que el sistema inmune del donador sea el que proteja al enfermo; pues la memoria de vacunaciones es transmitida de una persona a otra. |