Maribel VELÁZQUEZ  Los feminicidios son resultado del machismo que aún persiste entre las familias mexicanas, las cuales reproducen modelos que pide a los menores actuar de determinada forma dependiendo si son del género femenino o masculino. En caso de las mujeres se les dice que deben ser “bellas, que sean calladitas, que sirvan al papá, que sirvan al hermano, que la libertad de las niñas es más restringida que la de los niños”, afirmó la responsable del programa de género del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, María de Lourdes Pérez Oseguera. La especialista en el tema explicó que el machismo es una conducta aprendida y reproducida tanto por hombres como por féminas, éste se ha modificado a lo largo del tiempo, pues no es el mismo que se podía observar en las películas de Cine de Oro Mexicano, en donde el hombre presumía el poder ejercido contra la mujer. En la actualidad, es criticado aquel hombre que golpea a una fémina; sin embargo, prevalece la violencia contra este sector calificado como vulnerable, aunque de manera más sutil pero aún persiste, y consiste en comentarios así como conductas en donde se minimiza el papel de la mujer frente al hombre, subrayó la experta. A lo anterior se suma que los medios de comunicación fomentan estereotipos, donde se observa al género femenino como un objeto al servicio del hombre, ya sea para darle placer, servirle de compañía o brindarle cualquier tipo de beneficio, recalcó la responsable del programa de género del Instituto. Pérez Oseguera declaró que ahora el papel de la mujer es más visible en comparación con el pasado, pues comienza a ocupar sitios en diferentes áreas, desde la academia así como en la política, lo cual genera conflicto a los varones quienes pueden quedar rezagados. Municipios con mayor reporte de violencia contra mujeres En este sentido, expresó que la violencia, la desigualdad y la discriminación suben de nivel en algunas ocasiones y llegan, incluso a los feminicidios, los cuales son consecuencia del machismo que aún permea en la sociedad. Agregó que desde 2013 y hasta ahora han sido registrados por las autoridades alrededor de 60 feminicidios en la entidad, y podría ser más si la aprobación de cómo se catalogan los mismos se hubiera aplicado desde antes. La experta en esta situación señaló que los sitios de la entidad en donde es más frecuente este tema es en la capital poblana debido a la densidad poblacional, pero también es común en sitios como Tecali, Amozoc, Acatzingo, San Pedro y San Andrés Cholula, San Martín Texmelucan, Huauchinango, entre otros. Algunos de los municipios que refiere la especialista, coinciden con las demarcaciones de las que más salen llamadas para la línea Telmujer, en la cual servidores del Instituto Poblano de las Mujeres (IPM) tiene la obligación de atender las demandas vinculadas del sector femenino, las cuales pueden ser desde momentos de crisis hasta asesoría jurídica. De acuerdo con la solicitud de información con folio 00289214 realizada al IPM vía Infomex, durante 2013 las integrantes del género femenino que viven en la capital poblana realizaron 2 mil llamadas, mientras que de enero a junio la cifra llegó a 2 mil 138. Otros municipios que también conjuntaron el mayor número de llamadas en 2013 fueron San Pedro Cholula con 143; San Andrés Cholula con 138 y Cuautlancingo con 124. Respecto al lapso de enero a junio de 2014 se detalla que la capital también fue una de las demarcaciones de donde se recibieron más, seguido por San Pedro Cholula con 99; San Andrés Cholula con 94 y Amozoc de Mota con 72. Mujeres enfrentan desempleo y pobreza De igual forma, de acuerdo con datos del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) a nivel nacional se estima que dos de cada 10 mujeres consideran que los principales problemas de las féminas están relacionados con la falta de empleo y la economía, seguidos por las complicaciones relacionadas con la inseguridad, abuso, acoso, maltrato y violencia, así como la discriminación; con porcentajes muy bajos aparecen los problemas relacionados con la salud. En el caso de la zona metropolitana Puebla-Tlaxcala, se indica que el 6.3 por ciento de las féminas considera que el principal problema del sector es el abuso, acoso, maltrato y violencia, según los datos de la Conapred. En este sentido, el director del departamento de Psicología del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Puebla, Héctor Cerezo Huerta, consideró necesario que las familias, las autoridades y la sociedad en general trabajen en abatir aspectos como el machismo y el sexismo. Coincidió con la académica del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, respecto a que estos fenómenos sociales dan como resultados, en su máxima expresión, los feminicidios, y si bien la población califica como “locos” a quienes cometen este tipo de actos, la realidad es que los homicidas son el resultado de los patrones que aprenden de la sociedad. Afirmó que en las familias se permiten ciertos niveles de violencia en contra de las mujeres, los cuales pueden ser desde insultos sutiles hasta acciones más agresivas. A la par, se enseña a los varones a identificarse con el poder, a realizar acciones que no estén vinculadas con las mujeres, el fomento de la violencia y tener cierta rivalidad con quien ejerza el poder, lo cual puede dar como resultado hombres homofóbicos, que sólo están enfocados a ejercer el poder, son violentos, fríos y buscan estar en constante rivalidad. Recalcó que el papel de los tutores es fundamental, pues incluso mujeres que padecieron el machismo vuelven a repetir lo patrones debido a que fueron educados bajos estas condiciones y consideran que deben hacer lo mismo con sus hijos, lo cual les funciona hasta que se dan cuenta de algunas de las consecuencias. Ante este panorama, Cerezo Huerta manifestó que es necesario cambiar los patrones ejercidos por las familias y que en esta tarea también intervengan las autoridades con estrategias bien definidas que contemplen la realización de talleres entre otros aspectos para tener un verdadero impacto. |