Se adueñan bandas de San Baltazar Campeche
Los coyoteros y los de la barranca causan problemas de inseguridad, señalan los habitantes de la zona
Los coyoteros y los de la barranca, son dos bandas que acechan a San Baltazar Campeche, junta auxiliar de la capital poblana. El circuito Juan Pablo II divide sus territorios. Son "marihuanos" quienes generan problemas en las calles, acusan los habitantes de la zona. El contraste entre las viviendas en la demarcación es notable, algunas tienen acabados finos, incluso cámaras de vigilancia, pero a la par también hay hogares sin repellar, los ladrillos y blocks están a la vista, la hierba ha crecido a su alrededor y en ocasiones hasta sus fachadas están pintadas con grafiti. Algunos vecinos tienen bien detectadas las zonas en donde no es muy viable pasar a determinadas horas del día. Entre las 15 y 16 horas no es bueno caminar en sitios como la cerrada Benito Juárez, lo mismo ocurre alrededor de las 18 horas, aseguran colonos. Adrián Camacho Serrano, quien tiene un negocio enfocado a la tapicería, comenta que tiene más de 20 años de trabajar en ese sitio y ahora, los miembros de las bandas hasta lo reconocen, lo saludan y ya no le hacen nada; pero en ocasiones, ha observado cómo se pelean entre ellos y causan escándalo. Los vecinos saben de la existencia de estos dos grupos. Por una parte están aquellos quienes viven del mismo lado de la preparatoria Benito Juárez de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y quienes están atravesando el circuito Juan Pablo II, detalló Camacho Serrano, quien aseguró no sorprenderse más de los encuentros de entre ambas bandas. Por su parte, Nicolás Álvarez Toriz, declaró que los grupos a veces se reúnen para jugar futbol, ya sea en un pequeño parque o en un predio en el cual han colocado algunas lámparas para poder hacer sus actividades. "Lo malo es que después de haber jugado se ponen a beber, a consumir drogas y tras ello se pelean en la madrugada, a veces se escucha cómo andan correteándose entre ellos, provocan muchos escándalos", manifestó Álvarez Toriz. Agregó que uno de los grupos incluso está integrado por algunas personas originarias de Oaxaca. Son estos a quienes se les atribuyen los problemas de los grafitis en las casas, pues en cuanto ven una casa recién pintada la arruinan, incluso algunos propietarios han optado por no darles ningún mantenimiento. Algunos carpinteros que llegaron a la zona para trabajar en una casa de la junta auxiliar, se han dado cuenta de esta situación. Lo dicen en voz baja, pues temen ser escuchados, saben que podrían estar vigilados y aseguran que estos jóvenes han sido detenidos por robo; sin embargo, en un par de días vuelven a las calles. "Le robaron a la vecina de la cerrada Benito Juárez, se sabe porque aquí en la casa donde estoy trabajando hay cámaras de vigilancia. Vea, ahí están, vieron el video de cómo se metieron a robar, lo mostraron a las autoridades, pero después de unos días volvieron a salir", recalcó el carpintero. Por su parte, la responsable de una tienda, ubicada a unos metros de la cerrada, quien por su seguridad prefirió el anonimato, declaró que algunos vecinos acusan a dos grupos de jóvenes de hacer destrozos, robar y hacer pintas en las casas; no obstante, dijo, nada de esto le consta, pues se la vive en su negocio. "Imagínese que yo empiezo a señalar a los jóvenes, si yo nunca los he visto hacer nada, que tal si después vienen a mi tienda y me hacen algo", subrayó la propietaria, quien dijo no pasar más allá de atravesar la calle principal de la junta. Áreas sin intervenirOtro aspecto del cual se quejaron los vecinos es que hay áreas en donde se han colocado las antenas para celular; sin embargo, no tienen mantenimiento, el pasto y la hierba en las banquetas han crecido de tal forma que pueden albergar muchos insectos. Consuelo López Castro señala que han observado el acelerado crecimiento de un árbol dentro de un hogar, el cual poco a poco ha representado un peligro, incluso está a punto de derribar la barda. López Castro, quien lleva 40 años de vivir en la colonia, detalló que ha pensado en pedir la ayuda a la estación de bomberos ubicada en Valsequillo; pero en realidad no sabe con quién acudir o si ella misma debe de hacerse responsable de talarlo. Las calles están para llorarAsimismo, Carlota Mendieta Molina, habitante de la zona, manifestó que los problemas en las calles se dan por dos situaciones: la primera es por los baches. Asegura que todas las vialidades están llenas de hoyos en el pavimento, "no hay una sola que se salve en toda la junta auxiliar" y agregó: "No sólo hay uno en una calle, son varios los existentes en cada una, lo ideal sería quitar todo lo que resta de asfalto, colocar uno nuevo, pues además los arreglos por lo general quedan mal, parecen topes pequeños". En segundo lugar, señaló que está la falta de coladeras y aunque no se ha enterado de algún accidente, asegura que existe un riesgo total de que alguna persona caiga y se lastime. Mendieta Molina añadió que se podría evitar la delincuencia; no obstante, dijo que las personas recurren a estas acciones pues no tiene formas de obtener recursos, cada vez hay más desempleo y menos oportunidades de tener un buen ingreso económico para sostener a las familias. |