Ubican los 9 sitios más peligrosos para peatones en Puebla

La inseguridad se desata en sitios, días y tiempos precisos en la capital poblana. El robo a transeúntes ocupa los primeros lugares en la medición de incidencia delictiva, donde el Centro Histórico y los horarios de comida, así como el término de la jornada laboral, están ubicados como los de mayor reporte de atracos.

Tan sólo el Centro de Integración Ciudadana (CIC) recibe al menos dos reportes al día de robos, 499 al primer semestre de 2016.

Uno de los principales móviles de robo a transeúnte son los teléfonos celulares; sin embargo, en la clasificación del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) no existe un registro como tal, por lo que se agrupa en robo a peatones. Una situación similar ocurre con los reportes recibidos por el CIC.

El Popular, diario imparcial de Puebla, entrevistó a José Migoya Nuño, director general del Centro de Integración Ciudadana, quien informó que en los primeros siete meses de 2016 han recibido alrededor de 130 quejas, de las cuales se observó que el Centro Histórico concentra el 40 por ciento de las inconformidades por robos, lo cual se vincula con el número de personas que caminan en esta zona.

En diversas ocasiones, los representantes de la iniciativa privada como la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) y la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope) se han quejado por la permanencia de vendedores ambulantes, pues no permiten una circulación adecuada para las personas y los automóviles, incluso el transporte público.

Además del Centro Histórico, hay otras vialidades que resaltan en este rubro, entre ellas se ubican la calle Esteban de Antuñano, el bulevar Hermanos Serdán, el bulevar Valsequillo y calle Emiliano Zapata; la avenida 31 Poniente y bulevar 5 de mayo; avenida 10 Oriente y el bulevar 5 de Mayo; las calles 15 sur y 17 poniente, además de la colonia El cerrito y Naciones Unidas.

Respecto a los horarios más peligrosos, Migoya mencionó que los delincuentes aprovechan la salida de las universidades y centros de trabajo e incluso la hora de la comida; es decir, de 15 a 16 horas y de 19 a 20 horas.

Por otro lado, los días preferidos por el hampa son de lunes a viernes y en el caso del robo a celular, también se presentan en madrugadas de fines de semana, cuando los jóvenes salen a centros nocturnos, pues el 58 por ciento de las víctimas tienen entre 18 y 30 años de edad.

Las calles del Centro Histórico no son las únicas con peligros; las rutas de transporte público también representan un sitio de riesgo según las quejas recibidas por el CIC; las más señaladas son la 21, S3, 35, 44A, 27A, 4, 10, 52 y Enlace 2000, recalcó.

Objetos robados se vuelven a distribuir

En un recorrido hecho por esta casa editorial, se constató que objetos robados como los celulares se comercializan en el Centro Histórico, en calles como la 8 Poniente, entre 9 y 11 Norte; se puede observar a hombres con mesas improvisadas para mostrar diversos modelos de teléfonos.

Esta misma situación se replica en sitios como la avenida 18 Poniente, entre 7 y 5 Norte, así como en las calles alrededor del Mercado 5 de Mayo; pero éste no es el único punto, también en el Mercado Unión así como en el sitio conocido como La Cuchilla.

En estos sitios se encuentran teléfonos marca Nokia hasta en 550 pesos, mientras que un modelo Alcatel se cotiza en 350 pesos, ambos con cargador integrado y sin chip. Los vendedores se ofrecen a comprobar el funcionamiento del aparato.

En este sentido, Migoya Nuño dijo que el comprar este tipo de productos resulta una pérdida, pues quienes acuden son asaltados después de intentar comprar alguno, de ahí la importancia de no adquirirlos.

Recomendaciones tras el robo a celular

Dentro del celular se almacena información personal, como contactos, fotos y archivos; se mantienen abiertas redes sociales e incluso en ocasiones se hacen transacciones bancarias, por lo que resulta importante tomar precauciones como poner clave o contraseña a todo dispositivo.

En entrevista, Joaquín Ramírez Buentello, académico de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), sugirió que cada usuario coloque una clave a su móvil; pero además, que no guarde números telefónicos de familiares, pues esto podría propiciar alguna extorsión.

Si un delincuente observa la lista de contactos, es probable que intente llamar a los familiares para hacer llamadas de extorsión, las cuales podrían tener éxito si se toma en cuenta que el propietario no tiene forma de comunicarse.

Otra acción preventiva es reportar el robo a la compañía de telefonía, para que el equipo sea bloqueado y ya no funcione; esto ocurre tras proporcionar a la empresa el número del IMEI (Identidad del Equipo de la Estación Internacional Móvil, por sus siglas en inglés), el cual se ubica dentro del teléfono y permite funciones como el bloqueo de terminales móviles en caso de robo.