Violencia y abusos forman a jóvenes infractores en México

Agresiones, abuso sexual, pandillas, consumo de drogas y falta de oportunidades económicas así como educativas, son sólo parte del contexto en el cual se desarrollaban los menores de edad que ahora están en la cárcel por cometer crímenes que van desde el robo con violencia hasta el homicidio, según indica el "Diagnóstico de las y los adolescentes que cometen delitos graves en México".

El estudio, respaldado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) con datos de 2013, revela que hace tres años había 4 mil 959 jóvenes encarcelados por haber cometido alguna transgresión a la ley; de éstos, 98 se encontraban detenidos en Puebla. La mayoría de los recluidos se ubican en estados como Sonora, en donde hay hasta 604.

Derivado de entrevistas aplicadas, sobre todo, a jóvenes de Morelos, Hidalgo, Coahuila y Sinaloa, el 47 por ciento de los encuestados dijo haber salido de sus casas por violencia y en algunos casos incluso por abuso sexual.

La situación familiar en la que los jóvenes vivían no era la ideal; el 23 por ciento de los jóvenes calificó a su padre como la persona que más daño les ha hecho, el 4 por ciento tiene la misma opinión de su madre, mientras que el 17 por ciento lo dijo de tíos y familiares.

Según el estudio, el 40 por ciento de los encuestados afirmó que alguno de los integrantes de su núcleo familiar consumía alcohol y 21 por ciento dijo mencionó drogas; las ocupaciones de los mismos eran vinculadas al área de servicio y construcción.

Este tipo de conductas fue heredada de forma directa a los jóvenes, pues el 44 por ciento manifestó beber alcohol; 57 por ciento aseveró consumir drogas; 26 por ciento dijo haber probado la cocaína; 19 por ciento refirió consumir solventes; 18 por ciento, crack; y el 20 por ciento, diversas sustancias. De todo el grupo, 60 por ciento aseguró hacer esto todos los días.

En cuanto a la colonia donde vivía, el 40 por ciento explicó que era muy fácil conseguir droga; el 40 por ciento señaló lo mismo sobre las armas y, además, el 39 por ciento indicó que cometió el delito por influencia de sus amigos.

Respecto al tipo de ilícitos, se señala que el 35 por ciento cometió robo con violencia y el 22 por ciento homicidio; otros delitos frecuentes fueron portación de arma prohibida, robo de vehículos, secuestro y crímenes contra la salud. El 67 por ciento del grupo declaró haber utilizado un arma para cometer la transgresión.

De todos los encuestados, el 45 por ciento considera que saldrá de la institución igual o peor que como entraron y el 28 por ciento expresó no tener sueños, no confiar en nadie y no saber ni querer pensar en su futuro.