A 14 meses de la inauguración de las obras de rescate de la imagen urbana e impulso turístico de los barrios de La Luz y La Acocota, en los que se invirtieron 28.7 millones de pesos de origen federal, los materiales lucen deterioro.

Al recorrer algunas de las cuadras intervenidas entre 2014 y 2015 con el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), se pudieron observar daños tanto por los materiales empleados como por los efectos del vandalismo.

De entre los materiales nuevos que ya presentan deterioro destaca el mármol e las huellas podotáctiles para personas con discapacidad visual que ya se encuentran rotas e, incluso, han dejado hoyos sobre las banquetas.

Por otro lado, los botes de basura metálicos y para separación de residuos orgánicos e inorgánicos ya se encuentran oxidados y abollados, aunque todavía resultan funcionales.

Al igual que ha sucedido en otras obras similares en el Centro Histórico, sean deteriorado estructuras de plástico que se emplean para cubrir instalaciones eléctricas y que ahora al estar rotas sirven de basureros.

Los principales daños del vandalismo se reflejan en los grafitis sobre las fachadas que fueron remodeladas con el proyecto y que, en algunos casos, ya lucen parches de pintura.

Según lo informaron las autoridades municipales y estatales, con las obras se buscaba impulsar las vialidades principales de los dos barrios con fines de atracción de visitantes.

Sin embargo, en la zona se observan pocos establecimientos de reciente creación para ofertar servicios a los turistas; algunos de estos se encuentran en los límites con el Centro Comercial Paseo de San Francisco.

En contraste, en algunas de las calles remodeladas en la zona del mercado de La Acocota prevalecen las actividades relacionadas con bodegas que abastecen al centro de abasto.

Además de presentar deterioro, las obras de remodelación de La Luz y La Acocota se caracterizaron por ser entregadas con 8 meses de retraso respecto a la fecha de licitación.