En sus procesos y los de la abogada Sandra Astorga García, lamentó, se vivieron otros hechos que se podrían considerar irregulares como que ambos fueran turnados al mismo juzgado y que se exigiera que los afectados fueran vecinos del bulevar.

El tema del daño ecológico con la obra de la ciclopista alertó a activistas una vez que en julio se informó que serían talados 785 árboles para la creación de un espacio recreativo.

Luego de protestas sociales, la Secretaría de Infraestructura y Transportes anunció una modificación al proyecto que implicó cambiarlo de las laterales a la parte central del Bulevar y que redujo la tala a 235 unidades.

A la demanda de ecologistas se sumaron integrantes de colectivos ciclistas que a lo largo del sexenio han dicho que los proyectos ciclistas de Moreno Valle son costosos, fuera de estudios formales y favorecedores a automovilistas.

Hacia finales de 2016, cuando la obra estaba por inaugurarse, desde estos grupos se señaló además que en el proyecto de 282 millones de pesos no se consideraron accesos suficientes y condiciones para preservar lo que no se taló.

Durante un recorrido realizado por la obra que se inauguró el lunes y a pocos días de terminar el sexenio de Rafael Moreno Valle, se pudieron observar todavía trabajos de jardinería, electricidad y herrería.