El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) detectó que los programas sociales que más permean en el municipio poblano de San Felipe Tepatlán son Prospera y el Seguro Popular; sin embargo, no garantizan el desarrollo infantil temprano.

En un estudio realizado por el programa mundial, a través de la Fundación IDEA, se señala que en Puebla, la desnutrición crónica es del 20 por ciento y en zonas rurales del 29.7 por ciento, mientras que la media nacional es de 13.6.

Los indicadores destacan que el registro civil oportuno en Puebla es del 73.8 por ciento y en el resto del país del 79.4 por ciento; mientras que la mortalidad infantil es de 18.59 por ciento en Puebla y en la nación es de 15.73 por ciento. El único indicador en el que Puebla tiene mejores cifras es en el de cobertura del preescolar, que es de 79.9 por ciento y a nivel nacional, 72.5.

En el análisis que detalla la situación de San Felipe Tepatlán -sobre todo, mediante entrevistas a ciudadanos-, se precisa que el 35.1 por ciento de los niños no asiste a la escuela y el municipio tiene una tasa de mortalidad infantil de hasta 41 por ciento.

En la comunidad, la mayoría de los esfuerzos están encaminados al desarrollo de los menores y a la supervivencia, esto se refleja con las acciones en materia de educación, alimentación y salud, implementados por los tres niveles de gobierno.

Si bien, el municipio ha avanzado en materia sanitaria al contar con unidades de salud en la cabecera municipal, es necesario avanzar en la calidad y pertinencia de los servicios; además, promover la salud reproductiva.

Las áreas de oportunidad que las organizaciones resaltan es la falta de cobertura en servicios de educación inicial y prescolar, ya que su acceso está vinculado a la escasez de recursos de sus familias, así como la calidad educativa, pues los educadores no disponen de los suficientes recursos económicos para desplazarse y además la infraestructura es deficiente.

Unicef hizo hincapié en que San Felipe Tepatlán no se cuenta con servicio de guardería o con estancias infantiles y aunque contaba con una de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), ésta cerró por falta de concurrencia, ya que en la mayoría de los casos los derechohabientes no tenían la posibilidad de pagar los cinco pesos de cuota.

Se destaca también el programa de rescate nutricional a través de despensas, comedores comunitarios y desayunadores escolares, aunque hace falta articulación por parte de los tres niveles de gobierno para operar los programas de alimentación.

Aunque se ha trabajado en el desarrollo de los menores y la supervivencia de los mismos, uno de los problemas que no se detectan son el maltrato infantil, ya que está normalizado en la comunidad y en ocasiones está basado en las costumbres del lugar.

Asimismo, no se reconoce la oportunidad de que las personas discapacitadas tengan acceso a la educación o a la recreación e incluso son estigmatizadas. Lo mismo sucede con la equidad de género, que está relacionada con usos y costumbres.