Explotación sexual, sin distingos sociales: Casa Anthus
El 61 por ciento de las mujeres atendidas por el albergue enfocado a víctimas de trata de personas, son originarias de Puebla
El 61 por ciento de las mujeres atendidas por el albergue Casa Anthus, enfocado a víctimas de trata de personas en Puebla, son originarias de la propia entidad, el resto provienen de Chiapas, Tlaxcala, Guerrero, Estado de México, Veracruz, Tabasco y Oaxaca, afirmó la directora general y cofundadora de esta asociación, Mariana Wenzel González. En entrevista con El Popular, diario Imparcial de Puebla, Wenzel González detalló que el albergue inició funciones en 2015 y hasta el 10 de agosto de 2017 han ayudado a 26 víctimas. Las primeras ocho arribaron en su primer año; las siguientes 11, en 2016; y de enero al 10 de agosto de este año han llegado 7. Agregó que de las poblanas a quienes se les brindó ayuda en los dos primeros años, el 33 por ciento eran de la capital y el resto de otros lugares del interior como la comunidad de La Ceiba y el municipio de Huachinango y, en 2017, se les sumaron habitantes de Tulcingo del Valle y Cuatlancingo. En tanto, a los lugares de origen del resto señaló que fueron de Tapachula, Chiapas; Papalotla, Tlaxcala; Veracruz; Santa Cruz Tacahua, Oaxaca; Texcoco y Ecatepec, en el Estado de México; y Villahermosa, Tabasco. Asimismo, consideró que los criminales no hacen ninguna distinción al captar a las mujeres para explotación sexual, pues las han atrapado con o sin estudios; tampoco toman en cuenta su estado civil, edad o situación socioeconómica. Desde que iniciaron operaciones y hasta la fecha, han encontrado a víctimas que no han tienen estudios, terminaron sólo primaria, secundaria o incluso hasta preparatoria. MIRA TAMBIÉN: PUEBLA, ORIGEN Y DESTINO PARA LAS VÍCTIMAS DE TRATARespecto a la edad, dijo, han llegado jóvenes desde los 14 años hasta los 30, por lo que detallan que sin importar la edad se tiene la conciencia de ser víctimas de un delito, pues a veces es todo lo contrario, consideran que tal vez son las victimarias y sólo después de algunos meses de recibir ayuda y de conocer las historias de las demás identifican el maltrato. Detalló que el 90 por ciento de ellas ha llegado a la explotación sexual por medio del enamoramiento, pues la pareja les hace creer que las quiere y las orillan a la prostitución, al argumentar que necesitan ayuda económica; sólo después de ser conscientes de sus situación se empiezan a preguntar por qué deben permanecer encerradas cuando fueron las violentadas, mientras sus agresores están libres por las calles. Todas las historias de las mujeres que han ingresado son realmente impactantes, detalló. Además, recordó el caso de una mujer que estaba casada con un doctor en derecho, el cual la obligaba a bailar pero también la explotaba sexualmente, el criminal usó todos sus conocimientos para salir sin problemas del proceso de investigación, señaló. Agregó que hay distintos lugares de explotación; van desde la vía pública, el propio domicilio, hoteles y moteles, clubes o centros nocturnos, bares, cantinas o casas de citas. Las llevan a otros sitiosDe igual forma, Wenzel dijo que las mujeres no sólo fueron explotadas en Puebla; en algunos casos también fueron llevadas a otros sitios como Acapulco, la Ciudad de México, Oaxaca, Guerrero, San Luis Potosí, Hidalgo y Tlaxcala, ésta última, una de las rutas más conocidas a nivel nacional. Respecto al género del agresor, dijo que en la mayoría son hombres pero también se han dado casos en donde hay mujeres y esto se da normalmente después de que alguna se convierte en una especie de ayudante de su primer agresor. En estos casos se ve cómo se pierde la solidaridad entre el género, pues en lugar de tratar de ayudar a las demás pareciera que quieren hacerlas pasar por lo mismo. La experta en el tema manifestó que Puebla se puede considerar un foco rojo a nivel nacional, pues es un territorio caracterizado por la captación, la llegada y el envío de personas para la explotación y no sólo de tipo sexual, sino también en sus otras variantes. El pasado 7 de agosto, la asociación Hispanics in Philantrhropy dio a conocer un estudio sobre las rutas de la explotación sexual en México; en total, se detectaron 19 puntos de origen, entre ellos Puebla. Ante este panorama, Wenzel González dijo que son necesarios mayores esfuerzos para combatir este delito, entre ellos contar con personal mejor capacitado, como los jueces, quienes deben estar conscientes de que las víctimas han pasado por procesos complicados, desde un secuestro, enfermedades, abortos, embarazos, de los cuales pueden salir adelante con ayuda profesional. |