Tras insistir que su nombramiento como dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) fue legítimo, Carlos Martínez Amador dio a conocer que durante esta semana tomará las instalaciones del Comité Ejecutivo Estatal (CEE) para iniciar su gestión, misma que durará por lo menos el periodo comprendido por el proceso electoral.

Por segundo día, Martínez Amador estuvo acompañado de integrantes del Comité Ejecutivo Nacional, en este caso de Carla Jacobo López, integrante de la Comisión de Auditoría -quien iniciará un proceso de revisión a la entrega-recepción y el estado de las finanzas del partido con la salida de Socorro Quezada-, así como Ángel Ávila Romero, presidente del Consejo Nacional del PRD, quien dio su respaldo a la nueva dirigencia en el estado.

Ávila Romero explicó que el nombramiento se dio bajo los términos estatutarios, toda vez que los cambios de dirigencia en los estados son válidos cuando el líder no estuviera al frente del partido por no tener a salvo sus derechos o porque tiene aspiraciones políticas. El integrante del CEN negó que la delegada Dulce María Arias Ataide tenga atribuciones directivas; sin embargo, adelantó que Carlos Martínez trabajará en conjunto con ésta para llevar a buen puerto las próximas elecciones.

El presidente del Consejo Nacional también negó que Carlos Martínez esté impedido por sus responsabilidades como funcionario público o por adeudar sus cuotas, pues las pagó y en su momento comprobará la entrega de estas obligaciones económicas,

"Se cubrieron en tiempo y forma todos los detalles legales (del consejo), porque sabemos que ellos son muy buenos para tratar de impugnar algunas circunstancias, Carlos está blindado como presidente del partido, de eso no debe quedar duda y en términos de la delegada ha sido nombrada por el CEN pero no suple las funciones del dirigente", sostuvo.