Mientras los ayuntamientos de Puebla detectaron la existencia de 67 zonas de asentamientos de humanos, ubicados en zonas de riesgo, hubo 42 administraciones municipales que desconocieron o negaron que contaban con programas, tanto estatales como federales, para promover el desarrollo urbano.

El Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales (CNGMD) 2017 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) detalló que los ayuntamientos poblanos les reportaron la existencia de 67 áreas en las que sus pobladores vivían en condiciones irregulares, dentro de los predios en los que se establecieron.

La cantidad de asentamientos irregulares de pobladores Puebla, repartidos entre 31 municipios, colocaron a la entidad entre las cinco entidades con más casos en el país, sólo por debajo de: Jalisco (119), Estado de México (118), Michoacán (98) y Veracruz (77).

Aparte de los asentamientos humanos irregulares, también existieron 27 municipios que declararon disponer de 67 predios de habitantes que vivían en zonas de riesgo; sin embargo, mostraron contar con pocas alternativas para contrarrestar sus condiciones, a partir de escasos programas o proyectos.

Los registros estadísticos del Inegi precisaron que consultaron a 67 Ayuntamientos poblanos para conocer qué alternativas emprendieron para ayudar a sus habitantes que vivían en zonas de riesgo; no obstante, en 28 casos, encontraron que desconocían o no contaban con proyectos.

En cuanto a las administraciones municipales que respondieron contar con mecanismos para sus pobladores asentados en propiedades en espacios peligrosos, 31 contestaron disponer de Atlas de Riesgo, municipal o estatal, utilizado para planificar estrategias de prevención de desastres.

Pese a que Puebla destacó en el panorama nacional en la presencia de zonas de riesgo e irregulares, sólo 14 Ayuntamientos propusieron soluciones para reducir su presencia, en las que sobresalieron la delimitación de espacios no aptos para el desarrollo urbano y la difusión de sectores inseguros.