Lo que representa la alegría para un niño al tener un juguete en sus manos, significa un gasto para su papás, pues uno de ellos señala "lo traje a dar una vuelta para que se distraiga, y aunque me pida juguetes yo sólo le compré unas crepas, porque está duro el gasto", sin embargo, así como el pequeño Javier, hay muchos infantes que disfrutan de papas, helados, mientras dan una vuelta en el trenecito.
Tal parece que el Día del Niño se ajusta al bolsillo de todos los poblanos, pues hay precios de mayoreo y menudeo, principalmente las pelotas son las que más se venden en estas fechas, aunque hay juguetes de moda como los armables, los pequeños se alegran con alguna pelota. En las jugueterías se venden los de menor costo, aquellos que no sobrepasen los 300 pesos.
Los infantes saben muy bien que este fin de semana pueden disfrutar más que cualquier otro sábado, ahora hay juguetes por todos lados, desde pequeños inflables, osos, carritos, pelotas, y demás, hacen berrinche para que les compren alguno, "Mamá, yo quiero esa muñeca", "También quiero aquel peluche de Peppa" se escucha, mientras los padres los ignoran, porque ya les compraron otro de su preferencia.
Sin duda, las miradas de felicidad mientras recorren las calles del zócalo junto a sus padres, al tiempo que degustan un helado, unas papas o cualquier otro alimento, refleja una tranquilidad y un deseo de querer volver a ser niño, de pensar en jugar y divertirte con sus hermanos o primos, sin saber qué pasará mañana que se le haya olvidado que no le compraron un juego. Fotos: Karen Rojas |
