Alrededor de 8 por ciento aumentaron las tomas clandestinas en Puebla, durante el primer bimestre de este año, al cerrar con 246 perforaciones en los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), cuando en el mismo periodo del 2017 terminó con 228 puntos de ordeña de hidrocarburo.

A través de una solicitud de acceso a la información, la paraestatal informó a El Popular, diario imparcial de Puebla, que, entre enero y febrero pasados, indicó que los 246 chupaductos, bastaron para que Puebla permaneciera entre las tres entidades con los registros más elevados en el territorio nacional.

La posición nacional que ocupa Puebla en ductos perforados de Pemex se mostró inusual, ya que, durante todo 2017, se mantuvo en aquel año en el segundo puesto, sólo por debajo de Guanajuato, ahora convirtiéndose Hidalgo en el nuevo estado que encabeza la presencia de huachicoleros en México.

Sólo en el primer bimestre de este año, Hidalgo presentó 282 tomas clandestinas, quedándose en el primer lugar nacional; seguido, por Guanajuato, donde el personal de la paraestatal atendió 270 chupaductos; mientras que, en menor medida, la entidad poblana tuvo sus 246 puntos de ordeña.

Puebla mostró en sus informes de tomas clandestinas que febrero representó un repunte en su actividad de robo de hidrocarburo, al registrase 136, cuando en enero tuvo 110; es decir, sólo en un mes, incrementaron los daños a la infraestructura de Pemex casi en 24 por ciento.

Si bien en febrero la entidad poblana tuvo un nuevo incremento en sus tomas clandestinas, no bastaron para moverse de la tercera posición nacional, al ser superado por los registros de Hidalgo, al liderar las perforaciones de ductos, con 143 casos; mientras que Guanajuato cerró el mes con 139 incidentes.

El 4 de abril de este año el Gobierno de Puebla emitió un comunicado en el que detalló que, a causa de la presencia del crimen organizado en las gasolineras poblanas, clausuraron 21 establecimientos del territorio estatal, aunque no precisaron en qué municipios se dieron los cierres.