“Si nos regatean casi nada ganamos”: artesana

El mayor reto que ha enfren­tado son los intermediarios que adquieren sus productos para comercializarlos como marca

“Si nos regatean casi nada ganamos”: artesana
Alba ESPEJEL | “Hemos luchado en nuestro municipio para que prevalezca esto de la artesanía” “Si nos regatean casi nada ganamos”: artesana

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Teresa Santiago Guzmán es una mujer quien desde que tenía 6 años se dedicó a bordar blusas típicas. Su vida la ha entregado a la defensa de los textiles artesa­nales y ha buscado que en Ixtepec no desaparezca su elaboración.

El mayor reto que ha enfren­tado son los intermediarios que adquieren sus productos para comercializarlos como marca. Tere considera que la diversi­dad textil es el reflejo del traba­jo y empoderamiento de la indí­gena.

Muchas mujeres que inte­gran su equipo de artesanas fue­ron humilladas o violentadas por no ser quien aportaba económi­camente al hogar, pero desde que empezaron a vender sus blusas, se dieron cuenta de que en sus manos tenían el poder de diseñar ropa, y un mejor futuro.

"Elaboramos blusas de dife­rentes tipos, también telares de cintura, como es el traje típico que se utiliza en mi pueblo, Ixte­pec.

Las blusas son diferentes a las que se ven acá en la capi­tal, porque incluimos chaquiras y lentejuelas, por eso muchas per­sonas nos buscan para comprar nuestra ropa", comentó.

Ixtepec es un municipio de la Sierra Nororiental de Puebla, a 6 horas de la capital del estado. Teresa cree que hay muchas per­sonas que acuden a Ixtepec, com­pran sus productos a un costo muy bajo, le agregan una etiqueta e incluso los venden con la leyen­da de "bordados mexicanos a ele­vados estándares de calidad".

Ella, y las mujeres con las que trabaja, desean que se conozca por todo el mundo el bordado de su municipio; consideran injus­to que no se reconozca algo que hicieron con sus manos y que además costó tiempo y trabajo.

"Hemos luchado en nuestro municipio para que prevalezca esto de la artesanía, y gracias a los programas de Fonart hemos podido promocionarnos y auto­emplearnos (…) No podemos vender muy caro en la Sierra, lo más caro es 500 pesos; nos fal­ta más recurso para vender en otros lugares a buen precio por­que si nos regatean no ganamos casi nada", comentó.

Esperanza Martínez, titu­lar del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart), dijo que para combatir a los intermediaros tratan de jun­tar grupos de artesanos y llevar­los a ferias a otros estados.

Fonart los beneficia con el traslado, pago del hotel, y el espacio del stand. Han detectado a grandes inversionistas que roban artesa­nías para venderlas con alguna marca.

Ejemplificó con el caso de Tecali de Herrera, donde com­praron grandes cantidades de ónix y luego se los adjudicaron como si ellos lo hubieran hecho.

Exhortó a denunciar esos casos en el Fonart o en el Instituto Mexicano de la Propiedad Indus­trial (IMPI). Asimismo invitó a los artesanos a registrar sus pro­ductos y hacer marcas colecti­vas, ellos darán la asesoría gratis.

El 17 de julio, Sedesol y Fonart, entregaron un millón 513 mil 500 pesos a 609 artesanos para impulsar su producción y cuidar su salud visual.